viernes, 25 de noviembre de 2011

Paranoia

!Qué difícil es venir aquí y comenzar a escribir!... Pueden pasar tantas cosas por la cabeza, muchas de ellas ellas dignas de salir de mí... ¿pero cual escoger? ¿Porqué hablar de esto o de aquello? La mente no para, es realmente fascinante, ¡cómo somos las personas!, un continuo fluir de ideas, ¿cuántas cosas distintas has pensado hoy?, pueden ser más o menos útiles, más o menos interesantes, pero es prácticamente imposible parar de pensar, aunque lo intentes. ¿Será tan grandioso, o somos tan poca cosa que me parece a mí grandioso este hecho?... Y lo que es más chocante, no soy solamente yo el que se siente así, a no ser que todos vosotros forméis parte del producto de mi imaginación, cosa que jamás podré saber, porque aunque me defendáis a muerte que existís, aunque mi arrogante postura llegue a indignaros por dudar de que no sois más que una idea en mi cerebro, nunca podré saber de lo contrario por el hecho de que mi mente os habría programado para ello.

De hecho, estás en tu derecho de imaginar, mientras lees este texto, que yo no lo he escrito, que tu mente lo ha diseñado para que lo leas, tu mente se desentenderá de la creación y te mentirá para que pienses que he sido yo quien lo ha redactado. Y como yo hago lo que tu mente dicta, como yo soy lo que tu mente diga... yo, ella y todos nosotros... cuando me vuelvas a crear por necesidad de tu mente o por mero despecho de esta misma, responderé conforme yo lo he escrito.

Piénsalo, incluso tu mismo te ves como tu mente a dictado, por tanto, eres dueño del mundo.

Espera...quizás no, el mero hecho de ser el que todo lo ha creado, el que impone todas las variables y quien lo hace de manera inconsciente quizás no te convierta más que en esclavo de tu mente al mismo tiempo. Tu mente te hace conocedor de cosas desconocidas: tu mente te asegura que existe el idioma chino, pero este no existe en realidad, ni siquiera ha sido creado por tu mente porque no lo sabes hablar. Y si lo aprendieses, tu mente lo iría inventando por el camino, sino, porqué no lo sabes ya si es tu mente. ¿Qué sentido tendría que tu mente te mienta siendo tu subordinada? Por tanto no lo es. Es ella quien te dirige a ti.

Por esto, tu mente (no tu) me hace decirte que llegue a la siguiente conclusión,: existe un ente que no es controlado ni controlable y tan probable como improbable. De hecho será imposible que llegues a la conclusión de que no existe esta "mente creadora" por imposibilidad de pruebas de ello (esta misma te dirá que no existe por su propia naturaleza y por tanto, cualquier posible evidencia de que no existe, la puedes achacar a su existencia). Supongamos que existe... Por definición, "ella", solo te deja existir a ti, yo no existo, él tampoco, pero eso no te gusta, no quieres sentirte solo, además, porque te iba a escoger a ti, y no a otro... Por la sencilla razón de que solamente tu mente existe, a la cual no controlas, eres producto de "ella", como si no existieses. Entonces, si tampoco existes, ¿porqué es tuya la mente y no de otros también?. Ahora supongamos que generalizamos este pensamiento a todo ser que en principio pueda sentirse aludido por el razonamiento y llamemos a esta "mente creadora colectiva": Dios.

Conclusiones de una duda,

Sr. Mono Naranja

martes, 22 de noviembre de 2011

Vale la pena?

Siempre he creído que el amor es la peor arma, la peor desdicha para quien quiere llegar alto en la vida...Realmente alto, por supuesto no una traba para vivir bien, pero sí para ser alguien distinguido en la sociedad. Hablando estoy, por supuesto, de ser alcanzado por tan amable a veces, otras maldito, sentimiento antes de llegar a ese estatus al que muchos aspirarán. Pocos llegarán y algunos, si no me equivoco, por la causa antes expuesta: irán disolviendo esas expectativas en la pócima de Cupido. Por supuesto, puedes estar con alguien a quien aprecies, quien te haga sentir más completo y no despreocuparte de tus objetivos por ese hecho. ¿Pero amar? ¿Cuántas horas, días, años (obviando golpes de suerte, talento divino o inmerecidos favores) son necesarios para alcanzar la meta social (ya he dicho que hablo de muy grandes expectativas) a la que se aspira? ¿Es esto compatible con el tiempo que dedicarás a alguien a quien amas? Lo que me parece más complicado: ¿Seguro que el amor no disolverá tus antiguas metas?

En el primero, el más afortunado de los casos, cuando el amor es correspondido, quizás ya no tanto por la obligación sentimental hacia esa persona, sino también por el deseo de pasar tiempo con esta y ganarte así tu felicidad, normalmente el tiempo necesario no es compatible con el tiempo necesario para lo anterior... Supongamos que sí, que eres el "jefe" en ambas cosas... El obstáculo que me parece más difícil de sortear es el mero hecho de que amar distrae a las mentes, que son incapaces de aferrarse a aquello que antes desearon, estas van alejando sus antiguos suspiros para poder concentrase en tan pletórico sentimiento como es el amor, pasando horas... pensando en pasar más horas... pensando en pasar más horas disfrutando de esa compañía tan preciada. ¿Qué importará llegado a este punto, más que mantener esa felicidad?

En el segundo, cuando el amor no es correspondido... En ese caso, quizás el término apropiado sea obsesión, cuantas noches pasaremos en vela imaginando abrazos sin esperanza de conseguir, imaginando cómo darás tu siguiente paso hacia esa persona. Torturándote a ti mismo por no lograr apartar esto de la mente. Este caso, parece mucho más peligroso, porque puede llegar a ocupar mucho tiempo... Un continuo fluir de esperanzas (a veces no en vano) en la dirección de una sola mirada. 

Creo que de los dos casos, el primero es más peligroso, por parecer, si ese amor es cierto (diría que en la mayoría de las parejas no lo es, aún menos en la adolescencia) eterno, y por no tener final a corto plazo en la mayoría de los casos (espero...). Creo que el primero de los casos, si eres fuerte, o, sobretodo, si encuentras a otra persona, es superable en menos tiempo. 

¡¡Qué exageración!! pensaréis la mayoría... Reincido en que estoy hablando de casos de éxito social, laboral o económico muy grandes. Y por supuesto, también de amor, no de alguien por quien echamos dos lagrimillas en la adolescencia, ni de alguien con quien estás muy bien y no quieres dejar (tampoco es recomendable hacerlo mientras siga siendo así o hasta que realmente te enamores si es que alguna vez ocurre).

Como ya dije anteriormente (Observad:) lo más importante es sentir, amar (aunque en ese texto me refiriese a un amor más general) y que si tenéis la dicha de sentir el históricamente más indescriptible de los sentimientos, que lo disfrutéis y lo mantengáis porque si no me equivoco, no se puede lograr la felicidad completa sin este, dicen que la completa no existe, pues la más próxima a esta :-)

Señor Mono Naranja

domingo, 20 de noviembre de 2011

En el mundo, "tus" nosotros solos

La sociedad, la política, la conservación de la vida, la igualdad, la pobreza, la fe, el amor… Toda una serie de preocupaciones y lamentaciones humanas. Percibo desde hace un tiempo a esta parte la sencillez y armonía con la que se interrelacionan todas ellas en una serie de discursos políticos, campañas contra el hambre, actos románticos… Pero lejos del argumento de que somos una pequeña partícula del cosmos, que a nuestra falta todo seguirá funcionando y toda esa retahíla de argumentos que nos comparan con la cosa más abundante, hago un inciso preceptal.

Cierto es, que en nosotros lo importante es lo que nos rodea, lo que manejamos, lo que tocamos, influenciamos o denostamos, en fin, lo que cambiamos por la mera existencia. Pero más comprometida mi postura con el microcosmos humano que con el existencialismo universal, digo y defiendo que sí importamos.

El mundo no se apagara con nuestra marcha, pero quizás dejemos alguna lágrima salada aunque irrelevante comparada con el agua salada del ingente mar, o desamparados lastimados y no niego que a quien este al otro lado del océano no le importe incluso le resulte indiferente o molesto. Pero nosotros, en nuestra vida social, como colonias de cerebros sujetos por dos piernas y erguidos por una espalda, somos la importancia de lo minúsculo, la grandeza del detalle y el sentimiento sanguíneo aplicado a lo material.

En mi reflexión, no existe la inmensidad de un universo, ni la  grandeza de una nación, no, solo existen momentos en bares con café y cigarrillos, momentos en cama con la luz apagada, momentos que no dejan de ser sucesión de ellos mismos.

Sr. Mono Azul.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

The Walking Apes

Liándome más de lo previsto en casa del señor naranja, me veo a las 4:18 de la mañana actualizando el blog. No es que lo haga por no faltar a mi palabra, (cosa que en las últimas semanas ha quedado patente que poco me importa) si no que me encanta trasnochar y sentir que ahora mismo todo el mundo duerme...


En estas horas en las que reina Morfeo he decidido no hablar de nada personal ni filosófico, por cambiar un poco y variar. El caso es que me ha dado por entrar en seriesyonkis, mítico, ¿eh? Y como ya he repasado, visto y revisto todas mis series favoritas, me he atrevido a visualizar algo nuevo. Yo, he aquí, amante del cine de terror dónde los haya, descubro un título: The Walking Dead. Efectivamente, es una serie reciente en la que el mundo se ve asolado (por vigésima vez) por una infección de zombies. Nuestros protagonistas, intentan huir de un lado a otro por EEUU para sobrevivir el mayor tiempo posible.


Ya medio aturdido por el sueño se me dio por pensar... ¿y si pasara de verdad? o más bien... ¿os habéis imaginado alguna vez cómo sería esa situación con vuestros amigos y seres queridos? Yo, a base de aburrimiento, me dio por planteármelo. El resultado creo que sería más o menos este:


Tras días de aceptación sobre lo que está pasando y ya a punto de agotar la batería del móvil de tanto llamar a casa (sin respuesta) nos da por llamarnos de mono en mono. Después de juntarnos de manera dificultosa, acabaríamos atrincherados en alguna de nuestras humeantes casa. Pongamos que es la mía, ya que soy yo el amo y señor de esta burda fantasía. Llantos, llantos, más llantos y dudas de qué hacer, a dónde ir y qué va a pasar. Tras muchos consuelos las reservas de comida escasearían, y más aún tratándose de mi casa.
Cuando el hambre apriete necesitaremos alimento y el señor Rosa tiene migrañas... Lo más cauto, afirmaría Azúl, es coger el coche y huir a las montañas. ''Buscar alimentos, cargarnos y marcharnos lo más lejos posible en algún lugar alto y poco transitado dónde dichas criaturas no pasarán jamás'', afirmaría.
Dicho y hecho, tras hora y media de viaje llegamos a sinuoso y frío descampado en dónde puebla el silencio. Felices por el éxito del plan, los días pasan y la incertidumbre de un futuro incierto cada vez es mayor. Rosa no ha mejorado de sus migrañas y para colmo la fiebre le ha subido. Rosa, a su lado, le acaricia y consuela con palabras de amor mientras los 3 restantes dudamos cuál es la siguiente decisión a tomar para proseguir nuestro camino. La desesperación trae consigo discusiones, Rosa pide que sigamos sin él y todos nos negamos, los gritos llegan y con el enfado... el rastro que traerá nuestro fin. Los gritos cesan con el ruido de los pájaros abandonando los árboles de forma violenta. Tras la colina, un grupo de unos 200 muertos vivientes se acercan de forma rápida y feroz. Difícil es dar las malas noticias al resto de la manda tan mona que fuimos durante años. Muchos momentos juntos que se desvanecerían para siempre. Sentándonos juntos bajo un árbol, con fiebre, abrazos, lágrimas, confusión y más apretados que en la cola de un concierto de Lady Gaga. Cuando ya el silencio previene el final, Un codazo del señor naranja me sorprende en el costado preguntándome: ''¡Oye!... ¿Un último cigarro?


Y es que seguramente todos tengamos formas mucho más horribles o angustiosas de morir, ¿al lado de quién? ¿en dónde? No lo sé, a veces me agobia pensar en ello cuando no tengo sueño como hoy. Tengo tantos planes y la mayoría son para un futuro a 10 años de mi. ¿Y si llegase a saber que no dispongo de ese tiempo? ¿Que todo cuánto sueño se quedará conmigo en esta cama y jamás de materializará?... Un blog es algo demasiado impersonal para hablar de cuáles son esos sueños, sin embargo, quisiera exponer que esa ridícula manera de morir que he descrito antes, al lado de mis monos, sería algo bueno dentro de ese siniestro mundo desconocido que es la muerte. Tal como dijo Martin Luther King Jr. ''Si no eres capaz de morir por algo, es que no mereces vivir''. Por ello, os invito a que hagamos un pacto todos aquellos que lean esto y aunque con vergüenza, digan a todas las personas que aprecian, que así es. Porque esta misma noche puede ser mi fin, y ¿quién sabe dónde estaremos en 3 o 4 años? De modo que...


Te Quiero, O, por lo que sabes y lo que no, por aguantarme en mis malas mañanas. Por entenderme cuando estoy nervioso sin motivo y no parezco encajar en ningún sitio. Por abrazarme con amor y odio golpeando mi pecho pidiendo una explicación.


Te quiero mamá y papá, por todos mis caprichos y por enmendar mis errores. Por enseñarme que desde vuestra alta perspectiva de experiencia, el mundo es muy distinto. Por hacerme enfadar reconociendo más de lo que me gustaría que siempre tenéis la razón.


Gracias, a toda mujer, hombre o niño que alguna vez me haya brindado una sonrisa a cambio de nada.


A Alicia, por demostrarme que la gilipollez habita en dónde menos la esperas.


A mis tíos, primas y ex compañeros de instituto, por haber sido tan fugaces como inolvidables.


Gracias a mis sueños por mantenerme en pie todo el día.


Gracias y amor para todos aquellos que en su buena fe, me ayudasen a mi y a los míos en un momento de necesidad.


Gracias a las críticas constructivas que me hacen intentar mejorar.
Perdón, ahora, a quién haya hecho algún mal sin intención alguna. Por todas aquellas veces, si alguna vez el mal humor me llevó por el mal camino y no actué como era debido.


A F, por no saber ser todo lo perfecto y bueno que debiera


A J, por abandonar tu sueño


A Dios, por perder mi esperanza en él y en su puta aristocracia de jugar al escondite


Reservo, únicamente esto para el final, y es que si alguien ha contribuido a formar lo que soy, o por desgracia dejo de ser hoy en día, sois vosotros, mis monos


Os quiero, hijos de puta.

lunes, 31 de octubre de 2011

Días de Vino y Drogas

Si fuese el capitulo de alguna serie de televisión en plan bohemia y/o revolucionaria sería, realmente, un capitulo de la hostia. Y si digo que podría ser el titulo de un capitulo de mi vida, cualquiera podría escandalizarse con esta realidad, que a ver, el titulo es un titulo, la verdad queda bonito, es un guiño a una pelicula de los 50... no sé... mola.

Podría explicarme dejando esto a modo de relato corto, y no concretar que hablo de aquellos días. Tambien podría escribir en plan "Diarios de Motocicleta" o algun tipo de road movie que no sale de un piso. Podría ser lo mas filosofico posible, y hacer algunos ejemplo y comparaciones metaforicas intentando entrañar el significado real de la disyuntima vividas -diría que por nosotros- entre lo correcto por unos o por otros, familia o amigos, lo ético y lo moral, y podría rozar lo hortera con la frasa: "entre la religión y el rock".

Que no es tanta metafora!... ahora que lo pienso... Ya que en el paisaje de serie bohemia y revolucionaria que acabariamos protagonizando, campanadas y "knocking on heavens door" sería una banda sonora muy precisa –pero con un toque quadrophenia-. Una seríe en ese plan con unos protagonistas mezcla entre "friends" y "skins", con ambientación tipo Sweeney Todd, y dirigida por Stanley Kubrick.

Mira! Ya que tenemos tantos recursos cinematrográficos para describir un momento pasado podría decantarme por escribir un guión para contar lo que no se como contar, una pelicula de corte independiente más que algo comercial, pero de estas que se convierten en peliculas de culto. O! Podría pensar en como quedaría la pelicula, verla en mi cabeza, y hacer una especie de resumen tipo "Rincon del Vago" que luego se vendería como un relato corto, del cual podrían hacer la pelicula. O una seríe! Y habría un capitulo llamado "Días de vino y drogas".

No tiene sentido, los que hayais leido hasta aqui os habreis dado cuenta de lo patetico que es esto y la perdida de tiempo que supuso vuestra lectura, pero yo he pensado, me encantaria hablar sobre aquellos días, no sé como hacerlo, no quiero hablar directamente de ello, y lo mejor que se me ha ocurrido es hablar sobre como hablar de ello, y fijate, es cierto que son desvarios pateticos, pero seguro que os haceis una idea de que hablo, vamos, que el titulo, seamos sinceros, lo dice todo, como en "BrainDead: tu madre se ha comido a mi perro", que por cierto, no es un peliculón.

Sr. Mono Rosa

domingo, 30 de octubre de 2011

Soledad irreflexiva.

Y si… la soledad no fuese nada más que un sentimiento irreflexivo, caprichoso, que se divierte vaciando tu cabeza de pensamientos y dejándote en su lugar un vacio, un hueco incopable y una pesadez plomacea en las alas de la propia esperanza.

Es, llamadas lanzadas al aire y a las cuales, ni el eco responde. Desdicha inconmensurable atada a los tobillos, no cansa, pero hace desgraciado cada paso.

Si no estuvieras, no te añoraría, te dejaría permanecer estática, alejada de los horizontes de los hombres.  Disculpa mi desánimo, cuando abates, tu fuerza me supera, haces humildes mis lazos, que creo inquebrantables cuando luzco al sol de la compañía fraterna.

Vete, dejame solo y consigue lo que quieres. No necesito de tu compañía para creer que mis apoyos son solo mis piernas y mi fe. Obstinada hasta los extremos de la cordura, despellejas la calidad de los hombres y no sientes, no te inmutas.

Pobres los que dejamos indiferentes, paso a tus acometidas, creemos que nada puede prohibirte el paso, es tuya la capacidad y la imperante necesidad de aparecer. Aunque quisiera combatir, aunque quisiera huir, solo podría pertrecharme de mi mismo, has ganado y todavía no se ha dado ningún disparo.

Sr. Mono Azul.



sábado, 22 de octubre de 2011

Mi soberanía es mía!

A tu alrededor, el mundo (se consciente).

El orgullo de ser soberano de un cuerpo, de un ser con capacidad de decisión, sin entrar en consideraciones de libre albedrío o no, hace que sienta mi pecho henchido y fuerte. Aún atado por las necesidades, siguiendo el esquema de Maslow o de cualquier otro me es indiferente, es innegable que existen y que coartan nuestra libertad de seres libres y soberanos. Los otros sujetos que interaccionan con nosotros en la sociedad invadiendo muchas veces nuestra esfera también nos limitan. Las creencias inculcadas bien religiosas, pseudorealistas e incluso el agnostismo nos cohíben
.
La libertad es blanca y esta vacía, no nos empeñemos en llenarla de ideales, pues cuanto más pese, más difícil será soportarla y debe ser ligera como el aire que trasiega nuestros pulmones.

Pero hoy, después de tantas conquistas, con altibajos sin duda, retrocedemos de forma irreparable, un instrumento que de forma silenciosa se ha hecho guardián y custodio de nuestra soberanía haciéndonos un supuesto favor nos acuchilla desangrándonos, y no nos duele.

El Estado, aparato coercitivo por excelencia, al que por el mero hecho de nacer en su seno le debemos lealtad, tenemos que entregarle uno de nuestros bienes más preciados como personas, nuestra autarquía .

A favor de una paz más que discutible, ¿pues no es acaso una guerra el mero sobrevivir cada día?, una justicia que proclama justa y una libertad atada a mas exigencias que libertades, nos expropian dándonos como compensación los bienes anteriormente expuestos, que no me equivoco al decir, que están más que desvirtuados.

Pero, quiero recuperar mi soberanía, hacerla mía de nuevo y no apaga mi sed por ella el hecho de votar cada X tiempo en unas urnas que solo sirven para alimentar un sistema viciado por el poder y el clientelismo. Deseo recuperarla pero se evita prohibiéndome la posesión de armas pues es imperio exclusivo del Estado la fuerza y la violencia legal.

No existen instrumentos que devuelvan la soberanía al pueblo, haciendo que cuando la situación sea imposible no quede otro remedio que la revolución violenta de la sociedad con sus consiguientes males, como la muerte el hambre y la destrucción. Todo ello es lo que debemos sufrir para recuperar algo que por derecho propio es nuestro, ironías de la vida.

Podría dar algún tinte esperanzador a todo lo dicho, pero creo que a veces saber solo una parte de la verdad hace que las cosa se hagan mejor.


Sr. Mono Azul.

jueves, 20 de octubre de 2011

Me la suda

Gadafi ha muerto. Me entero de la noticia, busco información, valoro las consecuencias y los consecuentes, el mundo quiere cambiar, hay algún lugar en el mundo en que la gente se agrupa bajo un ideal y arriesgan sus propias vidas por ello, para que algún día sus hijos vivan cómo ellos no pudieron hacer. Nosotros... ¿Qué ocurre con nosotros? ¿Ya no tenemos capacidad de lucha colectiva? El estado del bienestar nos ha llevado a una situación (muy cómoda de vivir) muy poco romántica. Me pregunto si realmente nosotros no tendremos que luchar nunca por nada. No tenemos objetivos comunes. Somos la sociedad del individuo, quiero vivir bien y me da igual que estos o aquellos puedan comer. No tenemos solidaridad con nada. EL 15-m, diréis algunos. ¿Os habéis informado alguna vez sobre el propósito de esto? Si alguno lo ha intentado a fondo estoy seguro de que mucho no ha sacado en claro. Vas a una reunión de estas que organizan y cada uno dice una cosa, incluso a veces incompatibles. Es evidente que no se le va a poder dar a cada uno su capricho. Una lucha sin un objetivo claro es cómo reventar burbujitas de embalar, una perdida de tiempo que puede llegar a ser satisfactoria.

Aún así, esto no es lo que quería expresar hoy, los del 15-m se dan cuenta de que esto no está bien e intentan expresar su inconformismo con más o con menos acierto. Lo peor de nuestra generación (y no miremos a las que vienen, porque miedo me da), es que nos dan la PS3 y estamos felices, salen estas zapatillas superchulas y todos a por ellas. ¿No tienes blackberry? Qué pringado... Esta es nuestra generación, la despreocupación de lo preocupante. Dame fútbol, que yo ya con eso... Y es que es así, vamos todos juntos a beber, ¿viste el nuevo iPad? El McDonalds mola más que el bar de ahí. ¿Por qué?. Joder tío, porque sale en la tele. Por cierto, ¿dices que tu tele no es ultraplana? ¿Tío cómo puedes vivir así?

Y es que hoy, despúes de ver la noticia de Gadafi, uno de los acontecimientos más trascendentes de la historia de un país, el final de la guerra y el comienzo de una nueva época, se lo he dicho entusiasmado a uno de mis compañeros de piso, obteniendo por respuesta: Me la suda...  

Reflexiones del Sr. Mono Naranja

sábado, 15 de octubre de 2011

Observad:

Qué bella es la vida, chicos. ¿No os lo parece? A mí me parece bellísima. Todo, los paisajes, las personas, los pajarillos que levantan vuelo, las estrellas. Y me pregunto, porqué tengo tanta suerte de poder vivir. Estoy aquí fumandome un cigarrillo, tomando un café y pensando en lo que me deparará esta vida. Lo único que sé es que lo tomaré como la oportunidad que he tenido de venir aquí, de nacer, de vivir y estaré profundamente agradecido por ello el día en que me vaya. Insisto es bellísimo. Me miro al espejo, sonrío y pienso: "Qué cabronazo, este tío está vivo, y lo que le hace sonreír es que es consciente de ello". Y me gusta lo que soy, soy cada abrazo que he dado, cada beso, cada sonrisa, soy incluso aquellos momentos, probablemente también bellos, que ya ni siquiera recuerdo. Soy incluso el que escribe ahora estas palabras escuchando a Louis Armstrong, el que volverá a sonreír mañana, el que volverá a besar y a amar, bueno amar, amar ya amo. Os amo a todos y a cada uno de vosotros, a mi manera, más o menos, pero os amo, sí tú también, esta desconocida que lee ahora mis palabras, sonríe y sin llegar a conocerte nunca, también te amaré.

Es todo tan sublime, los buenos momentos y también los malos. ¿Qué hay más bello que una muchacha llorando? No soy cruel ni mucho menos, sólamente intento rescatar la belleza de cada sitio en que la haya, por escondida que parezca... Incluso en lo más banal se encuentra. Buscadla, sabiendo que la hay, siendo conscientes de ello, la encontraréis. Os sonrío ahora a todos y cada uno de vosotros, desde detrás del humo de mi cigarro. Amad, sentid, llorad y sonreid, porque todo eso será lo que sois. Un abrazo para todos del Sr. Mono Naranja

sábado, 1 de octubre de 2011

Heritage.

Empiezo con un hoy, un hoy descompasado, pegado viscosamente al día que nos ha dado esta luz pálida, casi muerta, que ha atravesado ventanas, ojos, agujeros y ha transportado en sus alas esa sensación de decadencia y señorío propia de los heredados, consiguiendo romper mi silencio a su respecto.

La herencia, lo heredado, me oprime el pecho. Deshoja mi cabeza en mil pensamientos de pasado y me encamina a rutas sempiternamente transitadas por los ancestros. Esos ancestros que han regado con su sangre mi propia idiosincrasia, mi fe y mis dones. Son de ellos mis actos y por ellos camino sobre esta tierra rota. Quiero darles mi pálpito, ceñirles mi pulso a sus costumbres sobrevenidas a mi intención.

Calma, la ira estremece en lo profundo las colinas de mi corazón, llevando de nuevo en oleadas las mismas venganzas a mis manos. No puedo soltarte, eres mi tradición y mi sino. Puedo desacreditar tus fundamentos en nombre de la ciencia o la modernidad pero no puedo desligarte de mi involuntario impulso.

Como un sastre, cortas bajo tu patrón la tela de mi mente, hago de ti mi propio estilo, mi decadencia asume tus preceptos y visto mi cuerpo con la ropa que no desentona con tus fueros. Acomodo mi espalda en la recia antigüedad, nunca en lo viejo. Me haces comprender todo esto, no te desprecio por ello, pero siento horror cuando orbitas mi intención y no me dejas ser libre.

Escucha, hablo siempre en susurros, no te extrañes, la razón nunca se encuentra en la palabra exaltada, sino en las confidencias taciturnas arropadas por la noche y silbadas por las estrellas. Estas siempre presente, como los caídos en las grandes guerras.

No te busco, pues no desapareces, te veo en las páginas amarillentas de los libros olvidados en las estanterías, en los baúles llenos de ropa apolillada, en la voz trémula de los longevos, en el suelo que piso…  

Sr. Mono Azul.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Me gusta...

Me gustan los que se callan y me gustan los que cantan.
Y de tanto andar conmigo me gusta lo que me pasa.
Me pasan cosas como estas...
Aunque no tenga importancia andar contando a todos
todas las cosas que pasan.
Porque uno no vive solo y lo que a uno le pasa
le esta sucediendo al mundo; única razón y causa.
Pues todo es tan perfecto, porque perfecto es Dios,
Que se mueve alguna estrella cuando arranco una flor.
Por eso si hay uno... hay dos.
Supe del diablo la noche que al hambriento dije "No"
También esa noche supe que el diablo es hijo de Dios.
Ando solo por la vida dominante con un tono
modestamente cantor sin pretensión de enseñar,
Porque si el mundo es redondo, no se que es ir delante.
Andar y andar siempre andando nada más que por andar.
No vine a explicar al mundo, solo vine a tocar.
No quiero juzgar al hombre, al hombre quiero contar.
Mi condición es la vida y mi camino cantar
Cantar y contar la vida, es mi manera de andar.
Un día llegue a Tandil y conocí a un anciano,
Que a falta de inteligencia, se le dio por ser muy sabio.
Le pregunte por Jesús una noche al viejo,
Y ahí mismo lo conocí; cuando me alcanzó un espejo.
Yo bailo con mi canción y no con la que me tocan,
Yo no soy la libertad; pero si el que la provoca.
Si ya conozco el camino, para que voy a andar al costado,
Si la libertad me gusta, para que voy a vivir de esclavo,
Elegir yo siempre elijo, más que por mi, por mi hermano
Y si he elegido ser águila, fue por amor al gusano.
Prefiero seguir a pie y no en caballo prestado
Alguien por una manzana se quedó endeudado.
Siempre llega
primero el que va mas descargado
El día que yo me muera no habrá que usar la balanza,
Pues para velar a un cantor con una milonga alcanza.
Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario
Pues el que acepta un halago empieza a ser dominado
El hombre le hace caricias al caballo,para montarlo
Perdón si me propasé y me puse moralejo
Nadie puede dar consejos,
no hay hombre que sea tan viejo.
Me pongo el sol al hombro y el mundo es amarillo.
Me gusta andar, pero no sigo el camino,
pues lo seguro ya no tiene misterio,
me gusta ir con el verano, muy lejos,
pero volver donde mi madre en invierno
y ver los perros que jamás me olvidaron
y los caballos...
y los abrazos que me dan mis hermanos.
Me gusta, me gusta.

Pero ser feliz no es mi color de identidad.


Sr. Mono Violeta

martes, 27 de septiembre de 2011

Inspiración

Que irónico resulta después de tantas veces que me he reído y argumentado convencido de mi razón la inexistencia de la inspiración me sienta tan privado de ella ahora mismo. Tampoco deja de resultar irónico el hecho de que al final dicha inspiración, en mi opinión inexistente, sea la inspiración para esta entrada, ya que como estoy tan convencido de que no existe -la inspiración, no la entrada- y sé que soy poco respaldado por mi teoría, intentare convencer a todo anónimo que me esté leyendo ahora mismo de cuanta razón tengo.

Mi primer argumento es el mismo primer párrafo de esta misma entrada, sinceramente, lo empece a escribir sin puñetera idea de adonde me llevaría tanto desvarío, pero el esfuerzo por encontrar un sentido a lo que escribía está creando esta entrada. A la conclusión que espero que todos estemos llegando es la siguiente: la "inspiración" se produce en el mismo momento que la necesitas, en el momento que te sientas frente a una silla ya sea a escribir, a componer, pintar, tallar, dibujar un comic o dar forma a una vasija; no existe -en mi opinión- ese momento en el que ves una puesta de sol y se te ocurre la historia perfecta, coges el coche, te precipitas sobre una vieja maquina de escribir y mecanografías el guión de lo que podría pasar por la última obra de Ridley Scott, de hecho, haz este experimento, imagínate viviendo un momento como ese... Bien, lo más probable es que te hayas saltado todo el viaje en coche, los breves momentos en los que no encuentras las llaves de tu casa para entrar corriendo a escribir esa obra, el momento en que enciendes el ordenador -no, no tienes una vieja maquina de escribir- y esperas mientras Windows toca los cojones como de costumbre con sus programas de inicio; lo que te imaginas es una escena tipo Hollywood, cuatro fotogramas seguidos y está "el guión" escrito. Pasamos así a mi siguiente "argumento".

Creo que está clara mi idea sobre la no existencia de la inspiración, pero si no existe... ¿De donde ha salido? El final tajante de anterior párrafo tiene mas argumentación que la de dejar un texto bonito, una vez más este argumento se sustenta en el párrafo anterior. ¿De donde salio la inspiración si no existe? La han creado las historias bonitas, las fabulas, ese momento que a todos nos gustaría vivir de inspiración casi orgásmica en que vomitamos en una escena nuestra obra maestra, ese momento que se ve en cualquier medio audio-visual sobre un artista decadente que en un momento de crisis supera sus problemas personales por la emotividad de una escena y llega el desenlace de la trama. Si a alguien le ha pasado algo así que me lo comente, me encantaría encontrarme un comentario dándome en los morros diciéndome: "Tio, soy J.J Abrahams, y escribí Perdidos en una noche".

No debe confundirse, sin embargo, el concepto innegable de las ideas. Y es que es a las ideas a lo que muchos llamáis inspiración, y si ahora alguien piensa que si que son lo mismo, que busque en el diccionario a ver si son sinónimos. Una idea es lo más parecido a la inspiración que encontrareis si os proponéis crear, yo por ejemplo suelo incluso apuntarlas en el movil, son un buen punto de partida, o el aliciente perfecto a la historia perfecta, pero no se parece en nada al concepto de parir una obra entera en una noche depresiva del que se nos intenta convencer cuando nos hablan de la inspiración, que no es más que un extraño termino casi divino.

¿Sabéis que creo que existe? La espiración, atentos al sutil juego de palabras, como inspirar de coger aire; pues espirar, de expulsarlo. Es lo que si existe, es ese momento de "espiración", de sentarse, inspirar, espirar, empezar a pensar, a hacer un boceto mental sobre una idea, hacer un boceto escrito, empezar a escribir, empezar a borrar, pararse a pensar en como seguir, en como empezar otra vez, en la frase perfecta para el final, en el titulo, en el tema principal de la obra... podría seguir diciendo estás acciones, pero solo tu decides el tiempo que le dedicas.

Yo, personalmente, no me he sentido inspirado en ningún momento, pero eso de empezar con la inspiración, y esa visión de "la espiración"... Ha sido una buena idea... ¿No?

Sr. Mono Rosa

lunes, 26 de septiembre de 2011

Lo de siempre...

De qué hablar esta noche? Pues no lo sé, podría hablar acerca de un tema de conversación que me surgió hace poco con un amigo con el cuál ya tengo una larga tira de experiencias vividas. Hablábamos de si merece la pena luchar por lo que quieres. No hablo solamente de un trabajo o una carrera, también puede ser por una persona o una sensación. Miedo al fracaso, por supuesto, todos lo podemos tener, aunque no debamos. Sabemos que el hecho de intentar, como la propia palabra indica supone que es probable que lo consigamos y que también es probable que no. Evidentemente, todos debemos conocernos a nosotros mismos lo suficiente como para saber si estamos dispuestos a hacer los sacrificios que vayan a ser necesarios. Si realmente el deseo hacia eso es tan grande como para que valga la pena dejar de lado otras cosas. Debemos conocernos lo suficiente como para saber si llegaremos a nuestra meta marcada. Y sobre todo y lo que más importante me parece es saber si podemos llegar a recuperarnos de una caída.

Visto así lo normal sería pensar que es mejor no intentar algunas de las cosas que deseamos porque probablemente nos haremos daño... Lo que se suele pensar si tienes bajos los ánimos y la confianza en ti mismo ¡Mal pensado! ¿Qué sería de la vida de una persona que se dedica a observar desde abajo cómo los otros se caen por intentar trepar demasiado alto? No tener expectativas supone dejar pasar el tiempo en vano.

Creo que huir de tus ilusiones es un acto cobarde, cobarde para contigo mismo. Y si te caes? Y si te caes? Pues te caíste y te vuelves a levantar, coño. Cuanto más alto mires más cerca de ese punto llegarás. No es cuestión de ser insistentes nada más, también inteligentes y sobre todo consecuentes, insisto, consecuentes. Hay muchos caminos para un mismo fin y si uno no valió, intentaremos otro. Seguro que el día que estés en tu lecho de muerte podrás sonreír diciéndote: ''Fui mi propio héroe''

Sr. Mono Naranja

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Un término que no termina.

Quisiera empezar diciendo como otras muchas veces, hoy, pero hoy ha decepcionado extrañamente mis intenciones.

Me disponía recostado en este hastío situacional que me arropa la villa de la niebla, a sumergirme una vez más en los campos de la definición del sentir, quería encontrar una palabra, un término que no termine con el significado de lo que yo, nosotros, hacemos.

He pensado en los poetas, siempre románticos, el que no lo sea aunque solo sea en su intimidad no es digno de tal honor, pero los concibo ensoñadores, lejanos a mis palabras a mis preocupaciones. Elevan su espíritu de forma única para su única gracia, ingenuos los que pensamos que lo hacen para calmar nuestra sed de respuestas vitales. Se me antojan despreocupados de los pasos de los mortales, ellos con sus palabras eternas juegan con el destino y con el futuro dejando de lado todo lo que sea maculado por el inmediato ahora.

He cortejado, también, a los artistas, pero lo que conozco hoy por ese nombre dista en mucho de lo que hago. Se divierten en la farándula, olvidan que son impunes al juicio de los hombres y se venden a sus gustos y rabietas. La comunidad no entiende, no quiere saber, lo que el arte es. Se escabulle de su intelecto y juega al escondite con el buen juicio. Si algo deben los artistas a este mundo, es la vida y deben saldar esa deuda marcando las líneas maestras de la cultura y colocar las cornisas más altas del pensamiento, pero no, otra vez no. No soy un artista pues.

La erudición intelectual me resulta extremadamente fría, observo a los eruditos como grandes contenedores de información, con pluma en vez de corazón y tinta en lugar de viva sangre. Cierto es, que ante ellos aparece el impresionante puzle del conocimiento y en ellos está la capacidad para poner orden a esas piezas, pero permitidme decir que en mi cabeza, aún joven, solo se alberga lo necesario para pensar con claridad.

Los escritores, en ese mundo que nos lanzan lleno de café, nocturnidad, cigarrillos y soledad, están perdidos. Llenan interminables hojas de pensamientos, historias, sueños y ni una brizna de verdad. Cabalgan en su destierro personal por las llanuras de la autocomplacencia esperando al ilustrísimo juez, Don Tiempo que les dará la razón, que dirá que su vida no fue en vano y que eran excelsos caballeros de la literatura y sus contemporáneos no los supieron apreciar y los ignoraron. Puede ser, pero dime, confiarías tu vida entera a un proyecto cambiante, impredecible y eternamente inconcluso como es la sociedad humana? Al menos yo, no lo haría.

Así que sigo son saber que soy, que palabra me encaja y me permite reposar en sus delicadas curvas de letra.

Quisiera saberlo…Queridísimas Musas, vuelvo en 5 minutos.

Sr. Mono Azul.

martes, 20 de septiembre de 2011

Capítulo 1

Olía sangre y los escalofríos recorrían su cuerpo a cada segundo. Escuchaba voces lejanas, gritos desgarradores, pero no sabía exactamente qué decían. Estaba aturdida, asustada. La luz la cegaba al principio, pues era blanca y muy intensa. No recordaba mucho: estaba sentada en la barra del nuevo local de moda de la ciudad cuando una sugerente chica de veintipocos le ofreció una copa en un lugar más privado del pub. Aceptó. Bebieron, fumaron, se besaron, bebieron más, follaron. Y después...oscuridad y dolor. Mucho dolor. Quería defenderse y algo se lo impedía, no conseguía que su cuerpo reaccionase. Finalmente todo cesó y solo quedó la oscuridad.
Hasta que se despertó allí, sola, amordazada y desnuda, atada a una columna en medio de una gran sala vacía. Se desvanecía a cada rato, las pocas heridas que alcanzó ver todavía sangraban y la del costado era profunda. Lloraba de dolor, de impotencia, y los esfuerzos por soltarse tan solo conseguían debilitarla más.
Se abrió una puerta:
- Hola, Katie

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Los cuatro pilares

Creo que la humanidad entendida como un ente que sigue un largo proceso de crecimiento y expansión cultural, avance social en el que todos deberíamos ser partícipes, cada uno con su propio granito de arena (evidentemente, no todos aportamos uno del mismo tamaño) se fundamenta en cuatro pilares que hacen que avancemos.

La religión, quizás este sea el pilar que parece más inestable en los tiempos que corren, las sociedades occidentales tendemos a un rechazo sistemático de cualquier tipo de imposición dogmática, este rechazo parece aumentar con las nuevas generaciones y parece que los tiempos más gloriosos de esta parte de nuestra cultura han pasado. Quizás las morales de las principales religiones actuales chocan con nuestro sistema económico, social y liberalismo moral. No os confudais tachandome de retrógrada (de hecho soy agnóstico), pues no estoy haciendo crítica de nuestra sociedad, simplemente opino que éste es el estado actual de la religión. Aunque, sin duda, creo, con bastante seguridad en que mi opinión es correcta cuando afirmo que la religión ha sido desde tiempos inmemoriales el principal pilar de nuestra especie, y ha sabido avanzar con esta desde los tiempos del Dios Sol, hasta las actuales concepciones, pasando por Ra, Thor, Tezcatiploca, Zeus, Júpiter, etc... Valiendo de sostén espiritual y moral a millones de personas. Opino que si no fuera por las grandes uniones sociales que han hecho las religiones, aún estaríamos tirando piedras a desamparados cervatillos que beben de un manantial.

El segundo pilar del que os hablo y que seguro os esperabais es la política. Por supuesto la política, entendida tanto como gerarquización (me permitiréis este término incorrecto) social desde los tiempos en que todos eramos monos (algunos lo seguimos siendo (lo digo por el nombre del blog, no pretendo ofender a nadie)) y nos pegábamos con palos, hasta tiempos de faraones y zares. La política de moda (y supongo que la más correcta de las llevadas a cabo), la democracia, nacida en la Grecia de los grandes pensadores, ha servido como sostén de la sociedad y consecución de servicios sociales que Alejandro Magno no podría ni imaginar. Quienes nos gobiernan influyen por supuesto (en distinta medida) en los avances (en ocasiones retrocesos) de  nuestra sociedad. Por ello considero la política uno de estos cuatro pilares.    

El tercer pilar es sin duda la ciencia. Gracias a los pensadores más entusiastas y brillantes (y algunos que sin serlo tanto, también han aportado) que ha visto nacer nuestro planeta, hemos llegado a un desarrollo tecnológico y médico muy dignos, que nos permiten vivir con muchas más comodidades que los reyes de antaño. Medicina, industria, informática, apoyados por física, matemáticas, biología y química, que han dado el que parece ser el salto cultural más vistoso de nuestras gentes. Mucho se ha avanzado desde que Arquímedes pronunció su ya famoso ''Eureka'', desde que Kepler observó y describió los movimientos planetarios, desde que Newton y Leibniz inventaron el sistema diferencial, desde que Fleming descubrió la penicilina, desde que Von Newman inventó el EDVAC (uno de los primeros ordenadores tal como son hoy entendidos) o Armstrong pisó la luna. Y a pesar de ello, la ciencia sigue dando pasos agigantados hacia un futuro de robots y naves espaciales (aunque quizás nosotros tan sólo veamos la versión más ''cutre'' de ese nuevo mundo, o no llegue suficientemente pronto).

El cuarto pilar, el que quizás parezca más sutil, pero en mi opinión, el que da sentido a nuestra existencia como humanidad (me encenderé un cigarrillo ahora), es el arte. No creo que exista un sólo individuo que no haya, en alguna ocasión, recurrido al arte en momentos felices, tristes o de rabia para sentirse cómplice de lo que otros individuos han creado para él. Todos en algún momento hemos podido observar la delicadeza de una pieza de violín, la belleza de un cuadro o la tristeza de un relato. Quizás no soy del todo imparcial al dar tanta importancia al arte. Pero soy un entusiasta de una de de estas ramas, la música, y orgulloso escribo escuchando el tercer movimiento del concierto para clarinete en La de Mozart, que poder tocar un instrumento (en mi caso dos), da un sosiego interior y un sentido a la vida que todos deberíamos poder experimentar. Siempre agradeceré a mis padres que en su momento me obligasen a entrar al conservatorio.

Bueno, señores, estas han sido mis reflexiones de esta noche...

Sr. Mono Naranja

viernes, 9 de septiembre de 2011

Fe

La verdad, para ser el tio compulsivamente Grunge que solía ser, nunca en mi vida imaginé que diría todo lo que diré a continuación:

Tengo fe en mismo. No de forma egocéntrica, no soy el mejor del mundo en nada, y eso es algo para agradecer:  Me permite disfrutar del esfuerzo por mejorar, por aprender, por ser mejor.

Tengo fe en quienes me rodean. Sinceramente, solía agobiarme cuando las cosas no dependían solo de mi, en cierto modo, aun me agobio cuando yo solo no puedo conseguir algo sin ayuda, pero mas reconfortante aun es saber que pase lo que pase tendrás esa ayuda, confiar en ella, y dejarte llevar por la esperanza reafirmada de que recibirás el apoyo que necesites.

Fe en la humanidad, no en la bondad de las personas, la gente suele ser bastante gilipollas y egoísta, y eso, en extremo es pura maldad. Pero si tengo fe en perdonar los errores, los propios y los ajenos, y en la solución de los mismos.

No estoy dejando de lado mi auto-critica, no podría hacer algo parecido a eso. No hablo de una creencia absoluta en mis facultades, ni en las vuestras; pero más últimamente tengo muchísima fe en el esfuerzo personal: el único talento que puede llegar a tener una persona es el de esforzarse, lo demás son patrañas inventadas para vender libros de auto-ayuda.

Tengo fe en Dios. Pero para todos los que no seáis creyentes, tengo la respuesta a vuestra duda ante esta última linea: si sois ateos debéis tener fe en la suerte, la suerte es la única respuesta a las cosas que os pasan por casualidad, por pura y puñetera suerte. Vuestra respuesta es que no hay nadie eche una mano, si no hermosas casualidades, a mi personalmente me parece magnifico.

Que queréis que os diga, soy un tio con suerte



Sr. Mono Rosa

jueves, 8 de septiembre de 2011

Till the End

Desde que me levanto hasta que me acuesto, muchas veces es lo único en lo que pienso. Tengo migrañas, estoy nervioso y siento que tengo menos capacidad de acción sin ella.
Tenerla dándome la mano es como un dulce regalo que aunque mil veces la daría de lado, siempre vuelvo a por ella porque sé que nada significa lo mismo sin su presencia.
Sigo sin entender como nadie lo ha calificado como el olor más maravilloso del mundo. Como su tacto suave y sensible no es objeto de más masturbación entre jóvenes y adultos.
Es extraño, pero creo que ha ejercido tal poder sobre mi que a veces quedo con la gente y si ella no está siento que ni me apetece hablar. Me falta motivación, pasión, deseo... parece como si ella fuese todas esas cosas.
Hace ya años que la conozco y le agradezco que nunca me haya sentido solo. Le agradezco profundamente que me diese calor cuando yo tiritaba, que me relajase cuando estaba nervioso, que me hiciese compañía rodeado de extraños. Lo cierto es que aún cuando no estaba allí, no paraba de pensar en que así fuera.
Mañanas como hoy me despierto y me pregunto ''¿dónde estará?'' ''¿Algún cerdo estará viéndola o lo que es peor, tocándola?''
Creo que mi pasión por ella ha alcanzado un límite enfermizo llegando hasta a sentir celos de quién únicamente deposite sus ojos sobre ella... Tan blanquita, tan juguetona. Siento que en el fondo las leyendas populares tienen razón y una vez la ves, quedas prendado de ella como un hechizo mágico y desde ese día eres esclavo y le perteneces hasta el fin. Da igual que tengas hobbys, aficiones o motivos por los cuales sentirte vivos porque sabes, que nada sería igual sin ella. Porque sabes, que te perseguirá hasta cuando mires un trozo de hierba seco y defecado que nada tiene que ver en el asunto, pues aún en esas situaciones estará en tu cabeza.
Hoy me despierto rendido, no lo aguanto más y quiero hacerlo público que la necesito. Que necesito su suavidad, su blanqueza, su rabia interna. Que necesito un poquito de ella para que los muros que sostienen mi mundo no se vengan abajo. Que los días son demasiado largos y las noches demasiado cortas y sin pasión sin ella. Que no tengo ganas de hacer nada sin ella. Que quiero sentirme sucio y cedo, cochino y depravado de tanto unirme a ella. Quiero apestar a su fragancia lejana. Quiero morir, pero que sea con ella dentro de mi y pueda descansar en paz para siempre sabiendo que yo he muerto por algo y hay quién no tiene ni motivos para vivir. Necesito todo eso y lo necesito ya, porque sé que una vez que roce mis labios volveré a ser yo. Volverá a crecer mi melena y mis habilidades con la guitarra rozarán la locura. Necesito abrir los ojos y verla a mi lado cada mañana...
No pienso seguir, me voy a por ella pase lo que pase. Creo que nadie debe vivir mintiéndose y ya me he mentido bastante. Os ruego, que si la habéis conocido, aunque sea de vista, no dejéis que se escape. Yo lo tengo muy claro y voy a por ella. Necesito... un cigarro.

Sr. Mono Violeta

lunes, 5 de septiembre de 2011

Timor timere.

Hoy un pensamiento, como miles de ellos cada día, ha cruzado mi cabeza, pero se ha quedado atorado en las cribas de mi atención y el susodicho es. El miedo.

Emoción, quizás sensación, tal vez impresión o puede que percepción, el lazo de la definición le es esquivo a este término. Encabezando mi soliloquio aludir a su presencia me parece lo más oportuno. Siempre entra en contacto con nuestro mundo subjetivo a través de una misma sistemática, con una aproximación anti-vital casi ahogando el alma se acerca su sombra para después tomar férreo gobierno de nuestro cuerpo quizás paralizando tus pies o haciendo agitar tus brazos. El nos expulsa de nuestro cuerpo imponiendo sus deseos, incapacitándonos para hacer, crear, poseer… después finalmente se desvanece, con un sigilo superior al de su llegada, con la levedad de una nube, pero que nos deja sino amarga frustración por lo que pudo haber sido y no fue, tristeza por todo lo que perdimos y nunca volverá por su culpa, abatimiento, derrota, dolor, frustración… Maldito seas!!

Sal de estos dedos, deja que cuente que no eres más que un cobarde, que tenerte miedo es como temer la propia vida y eso no debe ser posible. Quiero que te alejes, que el destino de mis pasos los decida yo y que el rumbo de mis sueños tome las aguas que le indico. No volverás a ser mi rosa de los vientos, no me volveré a dejar arrastrar por tu canto de sirena. Soy sincero, no un valiente ni si quiera un atrevido solo tengo la convicción de que mi destino y mis  sueños son de mi propiedad y nada tiene derecho a separarme de ellos y mucho menos haciéndote pasar mí mismo, deja de jugar al Henrique V, ya sabes lo que pensamos de ti…

Son palabras, lo sé, lejos están de ser actos. No quiero dar muestra de valor, no. Ni tan si quiera mostrar un camino. Ni dar aliento. Quiero que seas tú mismo, que decidas por ti y para ti, no por tu futuro que como dije es un ilusionista tramposo sino por tu ahora, tu instante. Estrella tu aliento contra unos labios, busca tus sentidos, rompe con la idea absurda del tengo miedo.

Salta.

Sr. Mono Azul

domingo, 4 de septiembre de 2011

¿Podemos "Juzgar objetivamente"?

No sé de que hablar hoy, supongo que el tema de siempre, nuestra legítima arrogancia frente al conformismo de los conejos, ya es un tema demasiado frecuentado y en esta ocasión simplemente dejaré fluir mis pensamientos hacia las teclas del ordenador. Creo que hay una creencia mía que no es compartida por la mayor parte de las personas: todos somos buenas personas, ¿todos?, sí todos. Sé que diréis que eso es imposible. Pero mi razonamiento parte de la base de que es imposible "juzgar objetivamente", es un término en si carente de sentido. Me he parado a pensar en muchas ocasiones que cuando alguien hace algo mal, será consecuencia de algo, una causa mayor, la consecuencia de un trauma, locura o aceptación por culpa de una moral mal inculcada en su momento. Evidentemente hay cosas que según la moral humana en sí están mal hechas. ¿Pero quién será mejor juez de alguien que uno mismo? Alguien que sabe porqué se hizo, el grado de arrepentimiento, etc...

Supongo que sí hay mejores personas que otras, más sacrificadas en general por el prójimo, menos egoístas, más atentas. Pero de ahí a decir: Este tío es una mala persona! Por favor, pensemos antes el porque alguien ha llegado a la situación de ser tan miserable, siempre se encontrará un porqué y este automáticamente le servirá de escusa a sí mismo. Me niego a creer que exista alguien que se considere a sí mismo mala persona. ¿Conocéis a alguien que lo diga y además lo haga sinceramente, no como muestra de arrepentimiento de sus actos? Yo no. Y seguro que no lo encontraré. Si partimos de la base de que nadie se considera mala persona, ¿quién es otro para así afirmarlo? Hasta los terroristas dan sus motivos (poco convincentes por cierto) para matar a otras personas. Lo ven como una especie de sacrificio personal en beneficio de la sociedad o de una comunidad a la que pertenecen. 

Probablemente todos los malos actos a nivel más vistoso (guerras, mal reparto económico, etc...) vengan provocados por personas débiles de espíritu, que se han dejado llevar por ideas a priori incorrectas o la avaricia (y esto probablemente vendrá de un trauma infantil) es muy complejo llegar al origen pero estoy convencido de que existe.

Sé que mis argumentos no parecen muy convincentes, pero yo, personalmente, me niego a no creer en la humanidad y mis semejantes.

Sr. Mono Naranja

viernes, 2 de septiembre de 2011

Va por Ellos

Para empezar, así de primeras:
Porque sois la hostia
Porque me habéis sacado mis mejores sonrisas y mis más largas risas
Porque nuestras conversaciones/debates/discusiones siempre son fructíferas y, además, graciosas
Porque nuestras coñas y expresiones pasarán a la historia en nuestras memorias
Porque sé que contaré siempre con vuestro apoyo y consejo
Porque seréis los padrinos de mi boda y de mis hijos
Porque soy una mujer en un huerto de nabos, vale, pero vivo feliz entre ellos, ya que son de la mejor calidad, de esos que solo vendería El Corte Inglés
Porque me entusiasma escucharos hablar de vuestros sueños y que los compartáis conmigo
Porque tengo plena fe en todos vosotros y sé que lo lograréis, habeis nacido para ello. Y ¡joder! ¡que estoy deseando que deis un concierto! (que siiii, que ya sé que falta mucho), pero va a ser grandioso y lloraré como una mamá viendo la actuación de fin de curso de su hijito de 7 años
-Porque me encanta la sensación que experimento cuando estoy en mi habitación y escucho esa guitarra en el 5º pensando: seeeehhh, ese tio es amigo mio
-Porque aunque parezca que somos los que menos nos llevamos, nuestra amistad ya tiene años de experiencia y permanece, sobretodo en los malos momentos
-Porque si, nuestra amistad es la más reciente, pero es fuerte como la que más y de por vida
-Porque...eres tú
Porque ya somos como una familia
Porque aunque parezca que este año las cosas van a ser distintas, se arreglarán y volveremos a estar todos juntos, os lo prometo
.
.
.
Repudiaréis una entrada tan ''tuentiesca'' como ésta, pero qué se puede esperar de una Mono tan infantil y sentimental como yo...
Por todo lo que hemos vivido juntos, prometo que Os querré siempre





Sra. Mono Rubio

miércoles, 31 de agosto de 2011

Mad World

Salgo a la calle y me viene a la cabeza el título de esta entrada.
Y es que a veces me avergüenzo de lo que veo a mi alrededor. A veces el mundo me da miedo, a veces me doy cuenta de que realmente no existe ese lugar en el mundo perfecto para vivir. Y no, no voy a argumentar toda esta parafernalia hablando de yonkis, putas ni politicos, si no de gente civilizada que va a su trabajo, esa gente de caras inexpresivas, mientras las gotas de lluvia resbalan por las varillas de su paraguas y miran con desprecio a cada individuo de vestimenta original que se cruzan.
Sería un dibujo pefecto para una novela gráfica, pero en la vida real, cuando vas hacia donde vas y te cruzas cada cinco pasos con esa escena, lo único que haces es maldecir sobre desconocidos ¿Por qué? Personalmente me encuentro de tan mala hostia ante esta situación por que me da la sensación de que esa gente no está haciendo lo que querría hacer, y estoy seguro de que a la mayoría de ellos lo que les pone nerviosos es que haya personas que lo intenten "en vano".
Me he encontrado con "amigos" que cuando les hablo de mis ilusiones y sueños se rien de mi en mi cara y cambian de tema, pero ese desprecio que fingen no es más que una mezcla corrosiva de envidia y miedo: envidia por no haberse dejado llevar por sus sueños, ya no tener el valor de enfrentarlos; y miedo, por que el simple intento te hace superior a esas personas. Pero no acaban de entenderlo.
Es mejor aceptar la derrota a priori y lucir máscara inexpresiva con orgullo de ser tan debil.

En cierto modo resulta divetido como los mediocres tachan de mediocres a sus antónimos, esa manera en la que es mejor ignorar el esfuerzo de otros, y premiar el de quienes ha logrado dar la espalda y dejarse llevar por lo más simple, no juzgo sus elecciones, si no que ellos juzgen las nuestras.
En cierto modo resulta triste, saber que nuestro esfuerzo nunca será recompensando a menos que alcanzemos una meta, que la gente que ya ha sido derrotada solo espere nuestra derrota con una sonrisa en los labios.

¿Estamos programados para sentir todo esto? Igual que los niños estan programados para sentirse felices el día de su cumpleaños.Supongo que en el fondo es la teoría del actor y el espectador:
Hay dos tipos de personas en el mundo, los actores, y los espectadores. Actores son aquellas personas que son las protagonistas de sus propias historias, que se esfuerzan por alcanzar unas metas y disfrutan como el mundo les contempla; y los espectadores, gente que solo vive su vida, ni espera nada de ella, ni piensa en su futuro. Naranja y yo hablamos de esto hace ya mucho tiempo solo que los clasificábamos en águilas y conejos, y la mayor distinción de esos "conejos" es que no nos podemos imaginar que hacen cuando llegan a casa. Me puedo imaginar a esos malditos conejos sin agallas esperando al día siguiente para continuar su
rutina, y que luego sean ellos los que se crean con derecho a juzgarnos.
Supongo que de ahí viene lo de actor / espectador. Es como en el cine, somos simples espectadores, y eso nos da el derecho de juzgar lo que se nos expone ¿No?. Supongo que quienes hemos decidido protagonizar nuestra vida tenemos un compromiso respecto a quién la contempla.
No deja de ser paradójico que esa gente inexpresiva que me rodea al salir a la calle sean los espectadores, piensa, ¿No te da esto fuerzas para ser el héroe de todos esos putos hipócritas?

En cierto modo resulta divertido, en cierto modo triste, agonizar por nuestros sueños merecerá la pena cuando cerremos la boca de nuestros jueces. Es duro aceptar tu responsabilidad cuando has decidido luchar, pero mientras aun miran con desprecio nuestra sombra tendrán que darse la vuelta para aceptar su envidia y su miedo: Envidia por no haberse dejado llevar por sus sueños. Miedo, por que tu simple intento te hace superior a esos conejos.

Y entonces la gente correrá en círculos.
El mundo está loco.


martes, 30 de agosto de 2011

Mucho placer, poco sexo.

Son las 7 de la mañana y aunque el día se presenta nublado, ya empiezo a ver como se hace de día. Llevo enamorado de este ritual desde que era pequeño. Recuerdo hace 6 o 7 años, esperar toda la noche despierto escuchar el Unplugged de Nirvana hasta que amanecía. Como Amelie, solía hacerme preguntas estúpidas del tipo, ¿cuánta gente estará despierta en cama como yo? Finalmente, los primeros rayos de luz alumbraban las penosas vistas de mi habitación, abría la ventana y respiraba ese gélido aire de la mañana. Me sentía como el guardián de el pueblo. Todos dormían (o follaban solo que no era aún consciente de ese acto) mientras yo velaba por ellos.
A veces olvidamos esos pequeños placeres de hacer cosas que nos gustan porque parecen raras al resto. Sin más rodeos el clarísimo ejemplo de mi madre entrando en mi habitación a esas horas intempestivas con cara de Frankenstein preguntándome que coño hacía despierto y vestido con guitarra en mano a esas horas... no volví a hacerlo. A veces me despierto cuando amanece y me limito a sonreír y volver a cerrar los ojos. Es como si algo me despertase para decirme, ''¡eh! que son las 7'' A veces creo que Boddah también me visitó a mi.
Ese pitillo después del acto del amor, obsceno y perverso que te hace pensar y preguntarle a tu pareja ''¡Qué de puta madre es vivir! ¿no? Ese abrazo entrañable con un amigo que hace tiempo que no ves. O ese ''¿Te acuerdas de cuando íbamos a colgar clase al ayuntamiento y comíamos palotes?'' Ese jodido morbo de cuando te hacen un striptease y piensas ''No sé qué voy a hacer mañana ni cómo va mi vida, pero hoy follo sin pagar así que tan mal no está''
Yo, mono de pura rama, he elegido vivir como Rambo (día a día) sin pensar demasiado en las putadas que el mañana pueda tener para mi. He elegido prestar atención a los pequeños placeres para que los grandes vengan ya hechos, como las cosas bonitas. Construye desde abajo, brinda y festeja que ríes, lloras, abrazas, odias y follas. Pues a mi alrededor tengo mástiles de acero con nombres y apellidos que me sostendrán en la caída. Dejaré que el viento me empuje de la nube y el destino prepare mi descenso, pero prometo no volver a maldecir el don de abrir los ojos cada mañana, de volver a casa y encontrar siempre el mismo rostro. No, no volveré a llamar rutina a ese milagro. No volveré a renunciar a nada que me haga sonreír ni estremecer de miedo, porque gracias a todo ello, me siento vivo.
No creo que mi finalidad aquí sea mayor que la de cualquiera, pero sí que aprovecharé el tiempo que me quede para pensar un poco más en mi, y que cuando sea viejo y el árbol en el que estoy esté a punto de derrumbarse pueda decir que he saltado cada pértiga sin miedo, y cuando caí, únicamente miré arriba con una sonrísa y encontré algunas manos ayudándome.
Para ello, dejo aquí un breve cuento que siempre me gustó, y dice así:


Aquel día Sinclair se levantó como siempre a las 7 de la mañana. Como todos los días, arrastró sus pantuflas hasta el baño y después de ducharse se afeitó y se perfumó. Se vistió con ropa bastante a la moda, como era su costumbre y bajó a la entrada a buscar su correspondencia. Allí se encontró con la primera sorpresa del día: ¡No había cartas!
Durante los últimos años su correspondencia había ido en aumento y era una parte importante de su contacto con el mundo. Un poco malhumorado por la noticia de la ausencia de noticias, apuró su habitual desayuno de leche y cereal (como recomendaban los médicos), y salió a la calle.
Todo estaba como siempre: los mismos vehículos de siempre transitaban las mismas calles y producían los mismos sonidos en la ciudad, que se quejaba igual que todos los días. Al cruzar la plaza casi tropezó con el profesor Exer, un viejo conocido con quien solía charlar largas horas sobre inútiles planteos metafísicos. Lo saludó con un gesto, pero el profesor pareció no reconocerlo; lo llamó por su nombre pero ya se había alejado y Sinclair pensó que no había alcanzado a escucharlo.
El día había empezado mal y parecía que empeoraba con las posibilidades de aburrimiento que flotaban en su ánimo.
Decidió volver a casa, a la lectura y la investigación, para esperar las cartas que con seguridad llegarían aumentadas para compensar las no recibidas antes.
Esa noche, el hombre no durmió bien y se despertó muy temprano. Bajó y mientras desayunaba comenzó a espiar por la ventana para esperar la llegada del cartero. Por fin lo vio doblar la esquina, su corazón dio un salto. Sin embargo el cartero pasó frente a su casa sin detenerse. Sinclair salió y llamó al cartero para confirmar que no había cartas para él. El empleado le aseguró que nada había en su bolso para ese domicilio y le confirmó que no había ninguna huelga de correos, ni problemas en la distribución de cartas de la ciudad.
Lejos de tranquilizarlo, esto lo preocupó más todavía.
Algo estaba pasando y él debía averiguarlo. Buscó una chaqueta y se dirigió a casa de su amigo Mario.
Apenas llegó, se hizo anunciar por el mayordomo y esperó en la sala de estar a su amigo, que no tardó en aparecer. El hombre avanzó al encuentro del dueño de casa con los brazos extendidos, pero este se limitó a preguntar:
-Perdón señor, ¿nos conocemos?
El hombre creyó que era una broma y rió forzadamente presionando al otro a servirle una copa. El resultado fue terrible: el dueño de casa llamó al mayordomo y le ordenó echar a la calle al extraño, que ante tal situación se descontroló y comenzó a gritar y a insultar, como avalando la violencia del fornido empleado que lo empujó a la calle….Camino a su casa, se cruzó con otros vecinos que lo ignoraron o actuaron con él como si fuera un extraño.
Una idea se había apoderado del hombre: había una confabulación en su contra, y él había cometido una extraña falta hacia aquella sociedad, dado que ahora lo rechazaba tanto como algunas horas antes lo valoraba. No obstante, por más que pensaba, no podía recordar ningún hecho que pudiera haber sido tomado como ofensa y menos aun, alguno que involucrara a toda una ciudad.
Durante dos días más, se quedó en casa esperando correspondencia que no llegó o la visita de alguno de sus amigos que, extrañado por su ausencia, tocara su puerta para saber de él; pero no hubo caso, nadie se acercó a su casa. La señora de la limpieza faltó sin aviso y el teléfono dejó de funcionar.
Entonado por una copita de más, la quinta noche Sinclair se decidió a ir al bar donde se reunía siempre con sus amigos, para comentar las pavadas cotidianas. Apenas entró, los vio como siempre en la mesa del rincón que solían elegir. El gordo Hans contaba el mismo viejo chiste de siempre y todos lo festejaban como era costumbre. El hombre acercó una silla y se sentó. De inmediato se hizo un lapidario silencio, que marcaba la indeseabilidad del recién llegado. Sinclair no aguantó más:
-¿Se puede saber qué les pasa a todos conmigo? Si hice algo que les molestó, díganmelo y se terminó, pero no me hagan esto que me vuelve loco…
Los otros se miraron entre sí entre divertidos y fastidiados. Uno de ellos hizo girar su índice sobre su sien, diagnosticando al recién llegado. El hombre volvió a pedir una explicación, luego rogó por ella y por último, cayó al suelo implorando que le explicaran por qué le hacían eso a él.
Sólo uno de ellos quiso dirigirle la palabra:
-Señor: ninguno de nosotros lo conoce, así que nada nos hizo. De hecho, ni siquiera sabemos quién es usted…
Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y salió del local, arrastrando su humanidad hasta su casa. Parecía que cada uno de sus pies pesaba una tonelada.
Ya en su cuarto, se tiró en la cama. Sin saber cómo ni por qué, había pasado a ser un desconocido, un ausente. Ya no existía en las agendas de sus corresponsales ni en el recuerdo de sus conocidos y menos aún en el afecto de sus amigos. Como un martilleo aparecía un pensamiento en su mente, la pregunta que otros le hacían y que él mismo se empezaba a hacer: ¿Quién eres?
¿Sabía él realmente contestar esta pregunta? Él sabía su nombre, su domicilio, el talle de su camisa, su número de documento y algunos otros datos que lo definían para los demás; pero fuera de eso: ¿Quién era, verdadera, interna y profundamente? Aquellos gustos y actitudes, aquellas inclinaciones e ideas, ¿eran suyos verdaderamente? ¿o eran como tantas otras cosas: un intento de no defraudar a otros que esperaban que él fuera el que había sido?
Algo empezaba a estar claro: el ser un desconocido lo liberaba de tener que ser de una manera determinada. Fuera él como fuera, nada cambiaría en la respuesta de los demás.
Por primera vez en muchos días, encontró algo que lo tranquilizó: esto lo colocaba en una situación tal, que podía actuar como se le ocurriera sin buscar ya la aprobación del mundo.
Respiró hondo y sintió el aire como si fuera nuevo, entrando en los pulmones. Se dio cuenta de la sangre que fluía por su cuerpo, percibió el latido de su corazón y se sorprendió de que por primera vez NO TEMBLABA.
Ahora que por fin sabía que estaba solo, que siempre lo había estado, ahora que sabía que sólo se tenía a sí mismo, ahora… podía reír o llorar… pero por él y no por otros.
Ahora, por fin, lo sabía: SU PROPIA EXISTENCIA NO DEPENDÍA DE OTROS
Había descubierto que le fue necesario estar solo para poder encontrarse consigo mismo…
Se durmió tranquila y profundamente y tuvo hermosos sueños….Despertó a las diez de la mañana, descubriendo que un rayo de sol entraba a esa hora por la ventana e iluminaba su cuarto en forma maravillosa.
Sin bañarse, bajó las escaleras tarareando una canción que nunca había escuchado y encontró debajo de su puerta una enorme cantidad de cartas dirigidas a él.
La señora de la limpieza estaba en la cocina y lo saludó como si nada hubiera sucedido.
Y por la noche en el bar, parecía que nadie había registrado aquella terrible noche de locura.
Por lo menos, nadie se dignó a hacer algún comentario al respecto.
Todo había vuelto a la normalidad…
Salvo él, por suerte, él, que nunca más tendría que rogarle a otro que lo mirara para poder saberse… él, que nunca más tendría que pedirle al afuera que lo definiera… él, que nunca más sentiría miedo al rechazo…
Todo era igual, salvo que ese hombre nunca más se olvidaría de quién era.
-Y este es tu cuento, Demián -siguió el gordo-. Cuando no tienes registro de tu dependencia frente a la mirada de los otros, vives temblando frente al posible abandono de los demás que, como todos, aprendiste a temer.
Y el precio para no temer es acatar, es ser lo que los demás, “que tanto nos quieren”, nos presionan a ser, nos presionan a hacer y nos presionan a pensar.
Si tienes “la suerte” del personaje de Papini y el mundo, en algún momento, te da la espalda, no tendrás más remedio que darte cuenta de lo estéril de tu lucha.
Pero si no sucede así, si tienes la “desdicha” de ser aceptado y halagado, entonces… estás abandonado a tu propia conciencia de libertad, estás forzado a decidir: acatamiento o soledad; estás atrapado entre ser lo que debes ser o no ser nada para nadie..Y de allí en más…podrás ser, pero sólo, sólo y sólo para ti.


Mr. Violet

sábado, 27 de agosto de 2011

Racista estetico, snob intelectual...

Me presentare sin timidez como un racista estético, un snob intelectual, un extremista del pensamiento y un intransigente de la juventud y no, esto no es una declaración de intenciones, mucho menos un manifiesto, sino que son los pilares de una vida que teclea ahora estas líneas. Se me olvida mi declaración es enrevesada, simbolista y un  tanto preciosista pero seguro que no tiene ningún ánimo de que sea comprendida.

-Lo reconozco, enloquezco con lo bello, me embriago de él hasta que mis sentidos se embrutecen o hasta que el dolor haga acto de presencia, con ese aroma depresivo y aspecto anti vital con el que siempre se muestra (desgraciado él pues solo se conoce a el mismo). Desecho sin miramientos aquello que no obedece a mis estándares estéticos que mancillan mi sentir con su crueldad. Adoro lo estético, aquello que despierte en mi ese amor insano por el que suspiro y que después de su golpe ya solo recuerdo puedo tener pues es el presente mi mas fugitivo amigo.

-En cada punta de los dedos más de un millón de conocimientos, atesorados sin diligencia ni orden, un tanto bohemio es el armario de mi cabeza. Me resigno al conocimiento de un mundo que no me diseño para que lo comprenda, al menos me ha dado poetas, músicos, eruditos que con su ánimo plasmado en las curvas de cada letra me hacen parecer ignorante e ignorado, amarga prueba de humildad.

-Sí, el pensamiento es el arma del hombre, ese instrumento orgánico que nos capacita para crear lo maravilloso para arrancarlo a la fuerza  del cielo de la perfección y detesto a aquellos que olvidan su potencial en deseos vanos , esperanzas insignificantes y objetivos inútiles.

-La juventud, siempre serás mi aliada, me lo prometes cada noche y cada noche te noto un poco más distante, pero por ti seguiré luchando, para que lo viejo se queme y olvide y el presente tome el gobierno legitimo de la realidad que hoy se reparte entre el bastardo futuro, ilusionista tramposo y el pasado, dulce impostor.

Mis intenciones descansan ahora, pero seguro que alumbran en esos pensamientos eléctricos del lector alguna luz temperamental que ayude a empezar ese proyecto guardado en los arcones del pasado, que cambie de una vez lo de invertir demasiado tiempo en los sueños y poco en los actos que lo alcanzarían.

 Cambia.

Sr. Mono Azul.

Señoras y Sueños

Hoy ha sido un día difícil, de contrastes.
·Por la mañana, mientras paseaba con mi novio, una señora nos adelantó  y acto seguido volvió la cabeza hacia nosotros mostrándonos una amplia sonrisa. Yo sonreí también, pero sin saber el motivo de por qué lo hacía ella. Entonces, se dirigió a nosotros y dijo: ''¡Que chica más cariñosa!''...y todo porque en el momento en el que pasó por nuestro lado, yo estaba abrazada a mi pareja dándole un beso y diciéndole algo así como ''¿Cuándo vemos Watchmen?'' Mientras continuábamos con el paseo, mi cabeza comenzó a analizar, desde mi punto de vista humildísimo (siempre me tachan de serlo demasiado), lo que para mi fue un acto de lo más natural:
-¿Por qué llamé la atención de la señora? ¿Por qué le resulté especialmente cariñosa ante lo que fue, no por mal, una acción tan poco relevante o 'romántica'? No creo que la mujer se dedique a dar vueltas buscando parejas a las que escuchar y piropear/juzgar...-
Y entonces fue cuando llegado este punto, mi ego comenzó a elevarse poco a poco, concluyendo cosas como...¡caray! que maja soy, o...igual si soy especial con estas cosas del amor, e incluso...¡¡debo ser una novia estupenda!! (ERROR)
·Por la noche, durante una conversación con mi (si, otra vez) novio en la que él trataba de convencerme de que escriba mi siempre soñado -libro de relatos cortos- surgió inevitablemente el tema que siempre he temido, ese que dice ''¿Qué quieres hacer? Pues hazlo, lucha por ello''. Ante mi terquedad de negarme sistemáticamente a intentar hacer aquello que va a ser juzgado por los demás, mi querido y amado A*... me dio una lección de Humildad con sus palabras. Si, de humildad. Porque me hizo ver que las cosas no las hago porque ni siquiera lo intento, porque me es más fácil decir que lo que va a salir va a ser una mierda y, así, directamente ahorrarme el esfuerzo.
Y entonces mi cabeza comenzó otra vez a analizar la situación, sus palabras y...igual no soy tan humilde como la mayoría cree, como incluso yo llegué a creer (ahí ya se me veía el plumero). Porque quizás el problema de que siempre me rinda sin luchar por lo que quiero, por mis sueños, es que siempre me consideré demasiado buena como para poder ser juzgada, como para permitir a los demás dar su opinión sobre algo creado por mi.
Ego hundiéndose...hundiéndose...mi ego a la mierda, vale, pero ahora sé que lucharé por mis sueños, y con la humildad justa y necesaria.
Hoy ha sido un día difícil, un día de contrastes :)

Sra. Mono Rubio




miércoles, 24 de agosto de 2011

Misticismo, Tiranía y Woodstock

Me resigno. Mi primera intención era una entrada sobre la actualidad del cine, o de la música quizás... pero mis hermanos monos quieren ir esta primera semana por otros lares al parecer, y continuare con ello, ya que estamos filósofos, y como todos sabemos es lo que mejor se nos da, al fin y al cabo, hay mucho que decir.

Los temas que quiero exponer aquí son bastante difíciles, no sé si conseguiré explicarme:
Todo viene de la entrada del Sr. Mono Naranja, en la que habla sobre las metas o sueños de la juventud o generación actual, bien, la lees, la revisas, y dices, que razón tiene, nuestra sociedad es un asco, pero quizás lo sabemos por que es la que vivimos, la que vemos, de la que nos podemos avergonzar. Quizás lo demás, las generaciones anteriores... es todo  leyenda, es un mito, y pongo el ejemplo más claro posible, "Woodstock", ahora, desde la lejanía de aquel momento lo adoramos, deseamos haber vivido allí, que nuestra gente fuese igual, pero no sabemos nada de ellos, más que fueron hippies que se juntaron, bebieron y fumaron droga durante días de concierto, hubo sexo y diversión, y esa forma de vida se convirtió en una referencia mundial! (es cierto que la música era mucho mejor, pero no es lo que juzgamos ahora). Esos chicos (quizás) tampoco tenían metas y quizás sus futuros fueron mas escabrosos que los que tenemos ahora,  quizás al final, no les quedo más que trabajar y ser personas normales, o eso, o no hay vida más allá de sueños por los que no se lucha... Y digo quizás por que no sabemos realmente de ninguna otra sociedad más que de la nuestra, no hemos vivido otras generaciones, no tenemos derecho a juzgar como algo bueno aquello, y por eso no tenemos con que comparar lo que vivimos ahora. Quizás Woodstock es un mito, una leyenda derivada del botellón más grande de la historia...



Pero tengo otra teoría para el mismo ejemplo, Woodstock y la era hippie:
Quizás fué una buena idea, quizás era gente con metas, ese mundo en el que vivian, esa... comuna era un sueño real por el que si lucharon. Per algo por encima de todo ello decidió que no era buena idea y lo enterró.  Como todas esas teorías de que la CIA mató John Lennon o a Jim Morrison!! ¿No se dice a día de hoy cada vez que desaparece algo que es por que "a los de arriba" no les interesa? Yo personalmente no soy muy amigo de esas teorías, y poco me importan, a los monos no nos afectan. Pero en la memoria colectiva queda de aquel "intento" un recuerdo de que bonito que fue, lo que se intentó pero no podía ser. Si realmente fue alguna especie de censura, puede que lo hayan convertido en algo tan mágico para luego decirnos: "Si! Era perfecto! pero no funcionó, así que esto es mejor!", tal y como hizo Roma con los Galos: Representarlos como héroes, para aumentar el valor de la derrota.


Así que, ¿que es nuestra generación? ¿Especialmente mierda? ¿O una futura leyenda de la que solo recordaremos lo mejor? Ya sea por que la convertiremos en un mito, o por que los "tiranos" han decidido convertirla en un recuerdo bonito pero fallido, a nosotros solo nos queda intentarlo. Esta vez, los que tengamos un sueño, tenemos que luchar por el y que nadie nos diga que fue solo eso, y... (lo que llevo esperando escribir toda la entrada) dejemos atrás el misticismo y la tiranía, y ganémonos el futuro más esperanzador que hayamos imaginado, hacia nuestros sueños mis queridos monos!

Sr. Mono Rosa

martes, 23 de agosto de 2011

Siento decepcionaros...

Y es que siempre me ha preocupado decepcionar a mi entorno o a quién debería confiar en mi. Podría decirse que algo parecido es lo que ha condicionado mi vida en los últimos 2 años... Decepcionar o escupir verdades, actuar con la razón o montar un circo en el que cada día te señalen con el dedo. No lo sé... a veces parece que me he quedado estancado en esa pequeña etapa infantil en la que creemos que todos y cada uno de nosotros somos especiales. Entes creados desde lo alto para cambiar el mundo. Demasiado guapo, demasiado bondadoso... hasta que un día descubres que eres tan miserable como cualquiera elegido al azar. ¿Debería cambiar la trayectoria, verdad? No, eso sería aún más decepcionante y menos típica de este mono que aquí habla.


Recuerdo mi primera decepción... Tenía 10 años y mis padres solían discutir. Un día salí a la calle y encontré en una tienda de discos un recopilatorio de cd's de Queen que costaba 3999 pesetas. A mi padre siempre le chifló ese grupo pero mis ahorros a esa edad eran más bien justos y aquello, se crea o no, para mi edad era una pasta. De allí a 2 días la di ahorrado (ya no recuerdo como pero estoy seguro de que el sexo no había intervenido en mis jóvenes genitales) y fui a la tienda a comprar los 4 cd's. Cuando mi padre volvió a casa del trabajo se lo puse encima de la mesa con una sonrisa de oreja a oreja pero estaba discutiendo con mi madre. Entre tanto grito me fui a acostar esperando que al día siguiente estuviese más relajada la cosa, pero cuando me desperté y fui a coger un yogurt para desayunar los encontré rotos en la basura.
Nunca le pregunté qué había pasado pero aunque resulte triste de confesar, la primera de las decepciones de mi vida fue una provocada por mi padre.


 En mi segunda decepción (ya con bastante más edad) me encontraba ante una chica que me gustaba desde que Isabel II había perdido la virginidad. Nos encontrábamos en una discoteca local y llevábamos 2 semanas hablando. Ya le había dejado caer en alguna ocasión que me gustaba y en uno de esos abrazos tontorrones (esos que los chicos usamos para tocar carne y ver si cuela) va y me entra. Todo sensacional hasta que en mitad de mi sueño mis incisivos empiezan a notar un pelo enrevesado en las susodichas lenguas.
Así fue como mi segunda gran decepción de mi vida fue causada por mi antigua, demacrada y poco agraciada novia.


¿La más reciente?... Por desgracia no se trataría de una sola decepción. Estaría tecleando esto durante horas echando pestes de esa persona que con tanto empeño ha querido joder lo que con mucho esfuerzo he conseguido. Ha habido veces en las que he deseado vivir otra vida, en la que he envidiado a mis amigos y conocidos por tener lo que yo ya no he podido volver a tener... confianza, y es que, lo creáis o no, es jodídamente difícil enmendar las cosas cuando continuamente la persona que te decepciona eres tú mismo.


Con lo que, si intento enviar un mensaje o una experiencia con esto sería algo así como que... no tardé en levantarme de la decepción de mi padre, ni la de mi ex novia de la que ahora me río pensando en cómo pude compartir palabras de amor con ella. La decepción que más cuesta tragar y se queda ahí jodiendo como una espina atravesada es la de uno mismo. 


Resulta curioso que esto lo escriba quién intercala palabra y palabra con un chiste o una sonrisa, pero últimamente, mis queridos A***, O****, M***** y N****... me he aficionado a eso de... decepcionar ; ) Aunque quizá esto se parezca más a una sorpresa...no lo sé. Por algo se empieza.


-Mr. Violet Ape-

lunes, 22 de agosto de 2011

Objetivos

No sé. Quizás espero demasiado de la gente, pero a veces siento que no pienso, no veo las cosas igual al resto. Afortunadamente he podido rodearme de algunas personas, amigos, que me han mostrado que no estoy sólo en esto. En esta mierda, y no me refiero a la vida sino a cómo los jóvenes de hoy en día se la toman. Sin objetivos. He estado estos últimos días con un amigo de la infancia al que hacía ya un tiempo que no veía. Desilusionado he visto en lo que se ha convertido, un yonki, alguien que junto a sus amigos parece no tener otra ilusión que la de conseguir más material para mañana. No pretendo sermonear a nadie por lo que consuma o deje de consumir, pero cuando algo de esto pasa de ser puntual a ser el único e inmediato futuro esperado por una persona, tiene un problema. Estas palabras no van encaminadas a tachar el consumo de drogas, no nos confundamos, es algo más profundo, el conformismo de nuestra generación.

¿Es que no tenemos sueños, ilusiones, proyectos? ¿No queremos todos ser los mejores en algo? ¿Ser admirados por los que algún día nos enterrarán? Estoy convencido de que con la edad este tipo de aspiraciones se irán diluyendo, pero siento lástima, no, rabia, al ver que muchos jóvenes de hoy en día no se paran ni a pensar en el tipo de personas en que se quieren convertir, en que se están convirtiendo; porque sin duda ahora, cuando damos nuestros primeros pasos en la vida es cuando nos transformamos en aquello que seremos hasta el final de la misma.

Reconozco que yo también he tenido algunas temporadas en las que mi ilusión ha sido que llegue el próximo ''fin de semana'', y me avergüenzo y me vuelvo a avergonzar sabiendo que sin duda, han sido las temporadas más tristes de mi juventud. Desesperado intento no mancharme en esta gigantesca espiral de mierda en que los jóvenes nadamos. El hecho de ver el sinsentido de las vidas de esta mayoría de personas me ha convertido en alguién arrogante, pero es que no encuentro otro sentimiento que describa mejor lo que siento que el del orgullo cuando pienso, sé, estoy seguro, mi existencia tiene algún sentido.

Por último, diré que para alcanzar grandes cosas, hay que plantearse grandes retos, sin miedo y con orgullo, siendo consecuentes. Invito a la reflexión a todo aquel que lea mis palabras, y en especial, a los que se puedan haber ofendido. Un abrazo.

Sr. Mono Naranja