lunes, 31 de octubre de 2011

Días de Vino y Drogas

Si fuese el capitulo de alguna serie de televisión en plan bohemia y/o revolucionaria sería, realmente, un capitulo de la hostia. Y si digo que podría ser el titulo de un capitulo de mi vida, cualquiera podría escandalizarse con esta realidad, que a ver, el titulo es un titulo, la verdad queda bonito, es un guiño a una pelicula de los 50... no sé... mola.

Podría explicarme dejando esto a modo de relato corto, y no concretar que hablo de aquellos días. Tambien podría escribir en plan "Diarios de Motocicleta" o algun tipo de road movie que no sale de un piso. Podría ser lo mas filosofico posible, y hacer algunos ejemplo y comparaciones metaforicas intentando entrañar el significado real de la disyuntima vividas -diría que por nosotros- entre lo correcto por unos o por otros, familia o amigos, lo ético y lo moral, y podría rozar lo hortera con la frasa: "entre la religión y el rock".

Que no es tanta metafora!... ahora que lo pienso... Ya que en el paisaje de serie bohemia y revolucionaria que acabariamos protagonizando, campanadas y "knocking on heavens door" sería una banda sonora muy precisa –pero con un toque quadrophenia-. Una seríe en ese plan con unos protagonistas mezcla entre "friends" y "skins", con ambientación tipo Sweeney Todd, y dirigida por Stanley Kubrick.

Mira! Ya que tenemos tantos recursos cinematrográficos para describir un momento pasado podría decantarme por escribir un guión para contar lo que no se como contar, una pelicula de corte independiente más que algo comercial, pero de estas que se convierten en peliculas de culto. O! Podría pensar en como quedaría la pelicula, verla en mi cabeza, y hacer una especie de resumen tipo "Rincon del Vago" que luego se vendería como un relato corto, del cual podrían hacer la pelicula. O una seríe! Y habría un capitulo llamado "Días de vino y drogas".

No tiene sentido, los que hayais leido hasta aqui os habreis dado cuenta de lo patetico que es esto y la perdida de tiempo que supuso vuestra lectura, pero yo he pensado, me encantaria hablar sobre aquellos días, no sé como hacerlo, no quiero hablar directamente de ello, y lo mejor que se me ha ocurrido es hablar sobre como hablar de ello, y fijate, es cierto que son desvarios pateticos, pero seguro que os haceis una idea de que hablo, vamos, que el titulo, seamos sinceros, lo dice todo, como en "BrainDead: tu madre se ha comido a mi perro", que por cierto, no es un peliculón.

Sr. Mono Rosa

domingo, 30 de octubre de 2011

Soledad irreflexiva.

Y si… la soledad no fuese nada más que un sentimiento irreflexivo, caprichoso, que se divierte vaciando tu cabeza de pensamientos y dejándote en su lugar un vacio, un hueco incopable y una pesadez plomacea en las alas de la propia esperanza.

Es, llamadas lanzadas al aire y a las cuales, ni el eco responde. Desdicha inconmensurable atada a los tobillos, no cansa, pero hace desgraciado cada paso.

Si no estuvieras, no te añoraría, te dejaría permanecer estática, alejada de los horizontes de los hombres.  Disculpa mi desánimo, cuando abates, tu fuerza me supera, haces humildes mis lazos, que creo inquebrantables cuando luzco al sol de la compañía fraterna.

Vete, dejame solo y consigue lo que quieres. No necesito de tu compañía para creer que mis apoyos son solo mis piernas y mi fe. Obstinada hasta los extremos de la cordura, despellejas la calidad de los hombres y no sientes, no te inmutas.

Pobres los que dejamos indiferentes, paso a tus acometidas, creemos que nada puede prohibirte el paso, es tuya la capacidad y la imperante necesidad de aparecer. Aunque quisiera combatir, aunque quisiera huir, solo podría pertrecharme de mi mismo, has ganado y todavía no se ha dado ningún disparo.

Sr. Mono Azul.



sábado, 22 de octubre de 2011

Mi soberanía es mía!

A tu alrededor, el mundo (se consciente).

El orgullo de ser soberano de un cuerpo, de un ser con capacidad de decisión, sin entrar en consideraciones de libre albedrío o no, hace que sienta mi pecho henchido y fuerte. Aún atado por las necesidades, siguiendo el esquema de Maslow o de cualquier otro me es indiferente, es innegable que existen y que coartan nuestra libertad de seres libres y soberanos. Los otros sujetos que interaccionan con nosotros en la sociedad invadiendo muchas veces nuestra esfera también nos limitan. Las creencias inculcadas bien religiosas, pseudorealistas e incluso el agnostismo nos cohíben
.
La libertad es blanca y esta vacía, no nos empeñemos en llenarla de ideales, pues cuanto más pese, más difícil será soportarla y debe ser ligera como el aire que trasiega nuestros pulmones.

Pero hoy, después de tantas conquistas, con altibajos sin duda, retrocedemos de forma irreparable, un instrumento que de forma silenciosa se ha hecho guardián y custodio de nuestra soberanía haciéndonos un supuesto favor nos acuchilla desangrándonos, y no nos duele.

El Estado, aparato coercitivo por excelencia, al que por el mero hecho de nacer en su seno le debemos lealtad, tenemos que entregarle uno de nuestros bienes más preciados como personas, nuestra autarquía .

A favor de una paz más que discutible, ¿pues no es acaso una guerra el mero sobrevivir cada día?, una justicia que proclama justa y una libertad atada a mas exigencias que libertades, nos expropian dándonos como compensación los bienes anteriormente expuestos, que no me equivoco al decir, que están más que desvirtuados.

Pero, quiero recuperar mi soberanía, hacerla mía de nuevo y no apaga mi sed por ella el hecho de votar cada X tiempo en unas urnas que solo sirven para alimentar un sistema viciado por el poder y el clientelismo. Deseo recuperarla pero se evita prohibiéndome la posesión de armas pues es imperio exclusivo del Estado la fuerza y la violencia legal.

No existen instrumentos que devuelvan la soberanía al pueblo, haciendo que cuando la situación sea imposible no quede otro remedio que la revolución violenta de la sociedad con sus consiguientes males, como la muerte el hambre y la destrucción. Todo ello es lo que debemos sufrir para recuperar algo que por derecho propio es nuestro, ironías de la vida.

Podría dar algún tinte esperanzador a todo lo dicho, pero creo que a veces saber solo una parte de la verdad hace que las cosa se hagan mejor.


Sr. Mono Azul.

jueves, 20 de octubre de 2011

Me la suda

Gadafi ha muerto. Me entero de la noticia, busco información, valoro las consecuencias y los consecuentes, el mundo quiere cambiar, hay algún lugar en el mundo en que la gente se agrupa bajo un ideal y arriesgan sus propias vidas por ello, para que algún día sus hijos vivan cómo ellos no pudieron hacer. Nosotros... ¿Qué ocurre con nosotros? ¿Ya no tenemos capacidad de lucha colectiva? El estado del bienestar nos ha llevado a una situación (muy cómoda de vivir) muy poco romántica. Me pregunto si realmente nosotros no tendremos que luchar nunca por nada. No tenemos objetivos comunes. Somos la sociedad del individuo, quiero vivir bien y me da igual que estos o aquellos puedan comer. No tenemos solidaridad con nada. EL 15-m, diréis algunos. ¿Os habéis informado alguna vez sobre el propósito de esto? Si alguno lo ha intentado a fondo estoy seguro de que mucho no ha sacado en claro. Vas a una reunión de estas que organizan y cada uno dice una cosa, incluso a veces incompatibles. Es evidente que no se le va a poder dar a cada uno su capricho. Una lucha sin un objetivo claro es cómo reventar burbujitas de embalar, una perdida de tiempo que puede llegar a ser satisfactoria.

Aún así, esto no es lo que quería expresar hoy, los del 15-m se dan cuenta de que esto no está bien e intentan expresar su inconformismo con más o con menos acierto. Lo peor de nuestra generación (y no miremos a las que vienen, porque miedo me da), es que nos dan la PS3 y estamos felices, salen estas zapatillas superchulas y todos a por ellas. ¿No tienes blackberry? Qué pringado... Esta es nuestra generación, la despreocupación de lo preocupante. Dame fútbol, que yo ya con eso... Y es que es así, vamos todos juntos a beber, ¿viste el nuevo iPad? El McDonalds mola más que el bar de ahí. ¿Por qué?. Joder tío, porque sale en la tele. Por cierto, ¿dices que tu tele no es ultraplana? ¿Tío cómo puedes vivir así?

Y es que hoy, despúes de ver la noticia de Gadafi, uno de los acontecimientos más trascendentes de la historia de un país, el final de la guerra y el comienzo de una nueva época, se lo he dicho entusiasmado a uno de mis compañeros de piso, obteniendo por respuesta: Me la suda...  

Reflexiones del Sr. Mono Naranja

sábado, 15 de octubre de 2011

Observad:

Qué bella es la vida, chicos. ¿No os lo parece? A mí me parece bellísima. Todo, los paisajes, las personas, los pajarillos que levantan vuelo, las estrellas. Y me pregunto, porqué tengo tanta suerte de poder vivir. Estoy aquí fumandome un cigarrillo, tomando un café y pensando en lo que me deparará esta vida. Lo único que sé es que lo tomaré como la oportunidad que he tenido de venir aquí, de nacer, de vivir y estaré profundamente agradecido por ello el día en que me vaya. Insisto es bellísimo. Me miro al espejo, sonrío y pienso: "Qué cabronazo, este tío está vivo, y lo que le hace sonreír es que es consciente de ello". Y me gusta lo que soy, soy cada abrazo que he dado, cada beso, cada sonrisa, soy incluso aquellos momentos, probablemente también bellos, que ya ni siquiera recuerdo. Soy incluso el que escribe ahora estas palabras escuchando a Louis Armstrong, el que volverá a sonreír mañana, el que volverá a besar y a amar, bueno amar, amar ya amo. Os amo a todos y a cada uno de vosotros, a mi manera, más o menos, pero os amo, sí tú también, esta desconocida que lee ahora mis palabras, sonríe y sin llegar a conocerte nunca, también te amaré.

Es todo tan sublime, los buenos momentos y también los malos. ¿Qué hay más bello que una muchacha llorando? No soy cruel ni mucho menos, sólamente intento rescatar la belleza de cada sitio en que la haya, por escondida que parezca... Incluso en lo más banal se encuentra. Buscadla, sabiendo que la hay, siendo conscientes de ello, la encontraréis. Os sonrío ahora a todos y cada uno de vosotros, desde detrás del humo de mi cigarro. Amad, sentid, llorad y sonreid, porque todo eso será lo que sois. Un abrazo para todos del Sr. Mono Naranja

sábado, 1 de octubre de 2011

Heritage.

Empiezo con un hoy, un hoy descompasado, pegado viscosamente al día que nos ha dado esta luz pálida, casi muerta, que ha atravesado ventanas, ojos, agujeros y ha transportado en sus alas esa sensación de decadencia y señorío propia de los heredados, consiguiendo romper mi silencio a su respecto.

La herencia, lo heredado, me oprime el pecho. Deshoja mi cabeza en mil pensamientos de pasado y me encamina a rutas sempiternamente transitadas por los ancestros. Esos ancestros que han regado con su sangre mi propia idiosincrasia, mi fe y mis dones. Son de ellos mis actos y por ellos camino sobre esta tierra rota. Quiero darles mi pálpito, ceñirles mi pulso a sus costumbres sobrevenidas a mi intención.

Calma, la ira estremece en lo profundo las colinas de mi corazón, llevando de nuevo en oleadas las mismas venganzas a mis manos. No puedo soltarte, eres mi tradición y mi sino. Puedo desacreditar tus fundamentos en nombre de la ciencia o la modernidad pero no puedo desligarte de mi involuntario impulso.

Como un sastre, cortas bajo tu patrón la tela de mi mente, hago de ti mi propio estilo, mi decadencia asume tus preceptos y visto mi cuerpo con la ropa que no desentona con tus fueros. Acomodo mi espalda en la recia antigüedad, nunca en lo viejo. Me haces comprender todo esto, no te desprecio por ello, pero siento horror cuando orbitas mi intención y no me dejas ser libre.

Escucha, hablo siempre en susurros, no te extrañes, la razón nunca se encuentra en la palabra exaltada, sino en las confidencias taciturnas arropadas por la noche y silbadas por las estrellas. Estas siempre presente, como los caídos en las grandes guerras.

No te busco, pues no desapareces, te veo en las páginas amarillentas de los libros olvidados en las estanterías, en los baúles llenos de ropa apolillada, en la voz trémula de los longevos, en el suelo que piso…  

Sr. Mono Azul.