viernes, 10 de mayo de 2013

Maldita Sociedad

¡Perdida de valores! Gritan unos ¡Hala Madrid! Gritan otros. Y los que no saben que gritar solo gritan. Y mientras se golpean con una pared, se asustan, corren en dirección contraria y se dan contra si mismos, pero pueden volver a dar la vuelta, por que siempre tienen razón, van a seguir golpeándose, pero siempre tendrán razón.

¡Pero cuanta gente grita! No estoy hablando de gente de izquierdas ni de gente de derechas, ni de rojos ni de fachas, hablo de la sociedad, nuestra gran amiga, nuestra aliada los días de futbol, nuestra enemiga el domingo de elecciones; es ella quien nos observa desde una ventana y nos odia y nos ama al mismo tiempo, como le pasa a las madres con hijos problemáticos. Parte de ella nos juzga por ir a la iglesia, y otra parte nos juzga por no hacerlo. Es nuestra amante cuando creamos lo que ella consume, como nosotros consumimos lo que ella crea.

¡Maldita Sociedad! Hoy, en mi ciudad, una manifestación contra la ley LOMCE estaba liderada por una serie de personas que armadas de trompetas y otros instrumentos de vientos entonaban una melodía al compás de los pasos de los no muchos manifestantes. No suelo tener problemas con el tono tribal de las protestas sociales, y no me sorprendería ese diabólico sonido si no estuviese entonando "Ai se eu te pego". !Que podemos esperar de esta sociedad! que se toma día de huelga como día de cañas, que solo vacía la bibliotecas cuando juega "la roja", que dos tercios del cine que consume es porno, y "que invierte más en alcohol y tabaco" que en educación, como dijo Aldous Huxley.

Personalmente, yo no espero nada de ella, no le exijo nada y no quiero que me exija nada, me echo a un lado, le abro al puerta cordialmente y la invito a autofagocitarse. No poseo ese ímpetu heroico de querer cambiar un mundo que sube las tasa de criminalidad y pornografía infantil a diario. Si el hombre es un lobo para el hombre intentaré quedarme a medio camino, al fin y al cabo, en el país de los ciegos...

Sr. Mono Rosa






lunes, 6 de mayo de 2013

Manifiesto Naranja


Esta será una entrada muy distinta a las otras del blog, pero me parece que dada la situación actual no podemos dejar el tema sin tratar. El problema de este país es que símplemente, se viene abajo. Un 27% de paro y siguiendo la tendencia, decía ayer un economista que la mejor de las previsiones era que hasta dentro de 20 años no lograremos bajarlo del 10%. ¡La mejor de las previsiones! Además ya hemos vivido casos de personas que han muerto estando en la lista de espera de la seguridad social, hay hospitales sin camas para todos, parece mentira que hace unos años teníamos el mejor sistema de sanidad público del mundo, cada vez nos quedan menos cosas de las que estar orgullosos. La calidad de la enseñanza, si ya antes no era la mejor, por lo menos la pública ganaba a la privada en resultados y si sigue así la tendencia, esto último cambiará, al parecer así lo quieren quienes nos gobiernan y como cada vez menos gente se puede permitir un colegio privado, la educación de nuestras futuras generaciones de verá mermada y no sólo el aprendizaje, que también es importante, sino la educación social que disminuye el crímen en general y sobre todo, la capacidad de pensar por uno mismo, y es que cuanto más imbéciles nos volvamos, más fácilmente nos podrán mentir.

Qué decir de los desahucios, no puede ser que como sociedad permitamos que haya más de un 13% de casas vacías en algunas comunidades y al mismo tiempo, gente que se ha quedado sin casa. ¡Es que no tiene ningún sentido! ¿Porqué nos dejamos engañar de esa manera? La especulación inmobiliaria estubo mal, muchos participamos en ella, pero... ¡Es que la forzaron los bancos! Y sus directivos se van con indemnizaciones millonarias, casi aplaudidos por nuestros políticos. Está bien, asumamos que la culpa fue de la sociedad, que todos hicimos mal, pero aún así, ¿no hay solución? Yo la veo muy clara, casas vacías, gente sin casa... Es muy fácil unir los conceptos. Si todos lo hicimos mal no debemos ser sólo la parte que en peor situación está quienes paguemos tan alto castigo. Si algunos bancos no pueden hacerse cargo de sus deudas y tenemos que aportar entre todos 40.000.000.000 € (muchos ceros, por cierto), que nos den sus casas vacías o las dispongan baratas para el uso de las personas, si el estado es uno de los accionistas mayoritarios de Bankia, esas casas vacías también son nuestras, que no nos engañen.

Se incrementa la venta de productos de lujo, parece que aún hay quien no vive por encima de sus posibilidades, ¿de donde han sacada el dinero? ¿No se supone que la crisis es parte del ciclo del capitalismo y que destruye riqueza de la sociedad? ¿Su riqueza no ha sido destrozada en proporción? La respuesta, yo diría, es que estas personas no pertenecen a la sociedad, estamos hablando de otra cosa amigos. Ay! Si yo fuera rico, cantaban algunos y es que el sueño americano  la promesa del capitalismo, que si lo intentas de verdad podrás ser uno de ellos ya a cada vez más gente no le vale. Espero que todo el mundo se haya dado ya cuenta de que este capitalismo te hace soñar con algo inalcanzable. Si al menos no nos hubiésemos dado cuenta, todavía podríamos soñar. ¡Que le quiten sus sueños al pueblo, sí señor! (recomiendo a quien no lo haya visto el documental "Capitalismo, una historia de amor").

Además de todo esto, cada día nos bombardean con nuevas y frescas noticias de Mr. Bárcenas o los ERE. Se ríen. Sí, se ríen y llevan mucho tiempo así haciéndolo. Resulta que se piden sacrificios a la sociedad (estos tampoco pertenecen a esta) mientras no pagan los impuestos que a nosotros tanto nos desgarran o directamente se apropian de nuestras contribuciones. No quisiera olvidarme del señor Urgandarín, pero no vengo a hablar de estas personas.

El drama comienza con la crisis, especulamos con la vivienda, bien necesario para la vida digna de una familia por cierto, porque los bancos se dieron cuenta de que esto tenía potencial. Si hubiésemos especulado con yates, pues ahora nos lo embargarían y no podríamos ir más de paseo en el mismo, pero no, era mucho más lucrativo hacer una burbuja con la vivienda, por supuesto, porque las familias todavía no somos tan manipulables y consumistas como para pedir una hipoteca para un yate. El resto de la historia ya la sabéis, o si no, al documental o cualquier otra fuente me remito, información al respecto sería redundante para todos.

El fondo de todo esto, a lo que me refiero en realidad es que para aquellos de arriba hemos dejado de ser personas. ¡Y punto! Somos bienes que se pueden usar para aumentar la riqueza. Primero formas una burbuja, enriqueciéndote personalmente una barbaridad. Ésta estalla, crisis. Que no cunda el pánico, esta gente nos rescatará para que no se hunda el negocio y si nos tenemos que ir, las indemnizaciones serán millonarias. El pequeño comercio caerá, todo el mercado ahora estará en nuestras manos y como somos poderosos, nos erigiremos en salvadores ofreciéndoles trabajo bajo unas condiciones miserables, porque no tendrán alternativa. Incluso, algunos nos lo agradecerán. Ya veréis. Ésto es, sí señor, lógica de mercado. ¡Un aplauso por favor para estos genios!

Sueño con un mundo en que el empresario sea consciente de que detrás de nuestros rostros se encuentran personas capaces de sonreír, de amar y de ser felices. Que vean en nosotros compañeros que les ayudarán a hacer crecer su empresa, todavía no somos máquinas. Que se den cuenta de que el dinero por el dinero de poco sirve y que llega un punto en que tienen más dinero del que pueden gastar, él y su familia por unas cuantas generaciones y que ese dinero se deja en bancos creando una riqueza financiera ficticia en vez de dejar que la sociedad la aprobeche para una mayor felicidad general. De verdad, estos empresarios serían más felices y morirían tranquilos por haber construído un mundo mejor.

La solución, en mi opinión pasa por manifestaciones, pacíficas por supuesto, masivas por supuesto y sobre todo, organizadas. Creo que esto es lo que pasa, que no hay organización. Yo estube en el 15M en Santiago de Compostela, escuchando la voz de muchos manifestantes. El problema era principalmente que no había un objetivo común, sólido. Cada uno se quejaba de lo que le parecía más importante personalmente y acababa en un sinfín de propuestas, algunas de las cuales llegaban a contradecirse. Creo que hace falta organización, saber lo que se pide, atendiendo a una situación de emergencia y buscando el bien de todos en el menos número de puntos posibles, ser pesados en estos puntos, repetirlos hasta la saciedad y no cánticos contra la Iglesia o contra la policía, porque estos no son el problema, debemos darnos cuenta. No digo que defienda la Iglesia o que la deje de defender, pero sí, que en todo caso, no es ahora el problema. La policía está haciendo su trabajo y también son de los nuestros, hay que entender que ellos tienen familias a las que alimentar y que si ellos perciben que los entendemos, acabarán por negarse a defender a quienes lo han deshecho todo. Respeto y comprensión. Luego habrá quién venga con que la mujer no ha de parir, que la crisis es culpa de que la sociedad es patriarcal o que no debemos comer animales. No valoraré este tipo de quejas, pero creo firmemente que no es momento. Que hace falta decidirse a pedir lo que queremos e ir todos a la una:

·Dimisión del Gobierno que ha realizado una estafa electoral.
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·Medidas urgentes para que no haya casas vacías hasta que todas las familias tengan un hogar. Alquileres sociales

·Fomentar el empleo con gasto público y forzar el crédito barato a empresas por parte de la banca que ha sido rescatada. (El resto de la banca tendrá que ajustarse a estos precios bajos para no quedar atrás en el mercado, evidentemente, sería bueno bajar los tipos de interés, pero eso ya no depende de nosotros por vendernos al Euro)

·Impuestos elevados a grandes fortunas y empresas, todas las nacionales o que vendan aquí, con penalizaciones graves a quienes tengan su mano de obra en otros países.

·Fuertes beneficios fiscales a empresarios que menos despidos asuman, que más trabajadores contraten y que más remuneren a los empleados. Todo esto a nivel nacional en lo que a trabajadores respecta. (Aunque grandes empresas casi no pagaran impuestos, al crear con mucho empleo y buenas remuneraciones consumidores de alto potencial  el dinero no cobrado por un lado, se cobraría por otro indirectamente, con la diferencia de que habría más personas con trabajos dignos).

·Penas por corrupción más elevadas, con muy largos plazos de prescripción y grandes leyes de transparencia. (Bien es cierto que esto no se puede esperar de partidos ya corruptos).

·Tribunal electoral capaz de tumbar a un gobierno bajo referéndum  con un 66% de síes, en caso de que considere que el mismo no ha cumplido con su programa electoral, el cuál tendrá que ser conciso y con plazos para cada una de las medidas prometidas.

Hasta aquí mi aportación de hoy, acabaré diciendo que si no podemos ser monos, al menos seamos pensadores.

Sr. Mono Naranja.

viernes, 1 de febrero de 2013

En la libertad, la condena.




Vaya… te deseo como un hueso punzante, afilado por el roce de la piel, que trasluce, que desmiembra poco a poco el aguijón de tu cuerpo. Siempre a mi lado, cerrando los dedos, como líneas de un pentagrama en mi espalda, cargando de húmedo aliento frío esas palabras casi hirientes que no me dejan aflojar la guardia.

Quisiera que fueras inmediata, como el pensamiento que aparece diáfano en mis ojos cuando te pienso, pero no lo estas, ni tu nombre se carga de alegría al despedirse de mi boca, tampoco responderás a un número desconocido que en la madrugada interrumpe tu sueño ajeno, menos aún te percatarás de mi intención que guardada en una mirada de acecho se disuelve en tu pasividad.

Vas hiñendo mi esperanza con despreocupación, soltando en una carcajada todo el aire, dibujando cenicienta un dolor del que no te percatas, no podrías soportar que fuera de otro modo.

Rasgar en tus ojos el color vivo de mi dolor, hacerte ver que aquí, hay algo más, algo por descubrir y un mundo en el que bregar no es una opción. Desaliñada a modo inconstante, estrellando ilusión y ganas, resucitando en la flaqueza del ideal pero que más da, si una vez atingiendo el elemento primo. Te vas. Dejando manos abiertas al trabajo, cara al sol.

Es mi anhelo, la fe fundamentada, erigida en los pasos de la consciencia y la realidad práctica, un movimiento ondulado hacia el futuro, en el que espero, valles de reposo y crestas de fuerza. Sin embargo este soliloquio nocturno no dará fruto.


Sr. Mono Azul.