lunes, 28 de mayo de 2012

Ensayo sobre la ilusión y la esperanza


La esperanza se concibe y se gesta en los brazos de la ilusión. En los caminos de la imaginación cobra forma y es, sin lugar a duda, el acicate perfecto para las grandes obras.

Tememos perder, no sabemos asumir una pérdida y eso nos convierte en seres débiles y fácilmente manipulables bajo la dictadura del miedo. Cuando las cosas se tuercen y nos encontramos frente a esa imagen desoladora, pensamos frenéticamente, tomamos decisiones absurdas, nos intentamos vengar de algo que no vemos y aún por encima no nos quitamos de los ojos la venda de la ignorancia, pocos en este mundo tienen la llave dorada del éxito. Volvamos a la imagen desoladora, en ese instante, pensamos cosas absurdas, intentamos pactar con el destino, prometiéndole buenas obras y la consiguiente retahíla de acciones de buen samaritano. Otras veces, sin embargo, lo amenazamos o intentamos manipularlo, acobardarlo, adulterar etcétera, etcétera. Es increíble cuanto nos obcecamos en intentar manipular algo que no obedece a nuestras leyes de lógica!. Lo único que va a poder cambiar el futuro es obviamente el presente y lo desperdiciamos con eso…

Bien, ahora centrémonos en los sentimientos que encabezan el título, la ilusión y la esperanza. La ilusión vive de nuestra imaginación, ya que no es posible que pongamos la ilusión en algo sin transformarlo después en imagines, mediante el órgano imaginativo. Ella vive en un el interior, no me refiero al interior sintementaloide, no. Me refiero al interior de la fibra cardiaca, a esa presión que nos impulsa, que nos llena de ganas y aliento y nos colma las reservas, por si las cosas no van bien.

La esperanza, es una sombra que nos acompaña, cuando ponemos delante nuestro, el sol del éxito y recomiendo encarecidamente la lectura de la entrada del Sr. Mono Naranja “Vale la pena?” para que se capte el sentido. Siempre esta ahí, no nos damos cuentas puede que no libere ese torrente de dopamina como la ilusión, pero nos hace ser constantes, levantarnos, apretar los dientes y seguir hacia delante.

Todo proyecto que sea merecedor de llevar tal nombre debería estar sustentado por una persona, o personas que tengan puestos en él estas emociones, pues serán ellas las que mantengan el espíritu de esa obra y se vuelva material.

Los caminos para conseguir la cima son tortuosos, desconocidos para los que nunca estuvieron allí. Se encontrarán en la falda de la montaña sherpas traicioneros, el equipaje puede que se descuelgue en el primer desfiladero, la nieve será una constante y puede que nos haga detener por su crudeza, los pies se helaran y el peor de los casos habrá que amputar, pero al final está la cima y la buscada sensación de plantar tu bandera, ver el mundo desde la cumbre y la satisfacción de poder decir -Lo hice!.

En el camino todo esto se olvidará, se recordará con los golpes y esperemos que ninguno nos deje K.O. La compañía, tener al lado en quien confiar, depositar tus debilidades y potenciar tus habilidades es algo que no todos comparten quizás por el ego quizás porque el mundo aún no lo quiso así quien sabe pero la creo crucial.

Un saludo y buena suerte.


Sr. Mono Azul.

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