viernes, 21 de septiembre de 2012

Inter - Sociología

He tardado todo el verano en volver a actualizar por que tenía un caos mental, cuando me ponía a pensar en sobre que quería escribir todo tipo de ideas contradictorias empezaban a luchar por la supremacía en mi cerebro, hasta el punto en que parecía que me iba a estallar y decidía aparcar esos pensamientos. Al final hoy le he echado valor y he pensado, si explota que explote.

Recogiendo la temática habitual en este blog el titulo de esta entrada no puede coger por sorpresa a nadie, ya que prácticamente no hemos hecho otra cosa desde el principio de los tiempos que hablar de la sociedad, ya sea a titulo personal o contrastando opiniones a grandes rasgos. Muchas veces simplemente hemos usado la misma metáfora a lo largo de cinco párrafos solo para que entendáis que para nosotros hay dos tipos de personas, las que viven y las que esperan a morir, las águilas y los conejos, las personas y los espanta-pájaros. Los diversos monos que formamos parte de esta pequeña comuna mental hemos llegado a crear poesía, relatos, canciones y ensayos sobre todas estas mini-tesis que formulamos como si estuviésemos por encima del tiempo y tuviésemos la perspectiva más que necesaria para evaluar a todos los individuos y sus relaciones. Nosotros teníamos la respuesta.

Y cual era? Cuales eran los dos grandes bloques que yo en mi simiesca mente diferenciaba: Las metas. Las metas que se marcaban las personas a lo largo de su vida y su lucha por lograrlas era lo que hacía que esa persona valiese la pena, que mereciese vivir por esforzarse continuamente por lograr llevar a cabo sus sueños o por lo menos vivir en el intento. Todos los demás eran solo el resto de la sociedad, aquellos a quienes no podíamos ni imaginar que harían al llegar a casa, a los que no dudamos juzgar como amargados en ningún momento (Ojo aquí, paréntesis importante: este tipo de sujetos amargados que por no lograr o ni intentar nada viven de mala leche y lo pagan con sus vecinos, compañeros amigos o parejos son un espécimen real del cual no estoy renegando ahora, de echo las estadísticas avalan la existencia de estos individuos y nos avisa de que los encontraremos sobre todo en trabajos relacionados con la administración. Atentos cuando vayáis a hacienda, son gente peligrosamente borde en sus modos y palabras. Pero bien es cierto que todos somos dados ha generalizar y a extrapolar las situaciones). Lo que intento decir es que yo personalmente me creía mejor por "luchar" por lo que quería además poseer esa verdad!

Pero... ahora tengo dudas. No solo escribo esto por escribirlo, a modo de ensayo, dar que pensar, y fardar de habladurías una vez más; si no que de verdad, ya no sé que pensar. Y me vienen a la mente todos esos Trostskis y esos mesías en pijama que decían que nos habían lavado el cerebro y me jode (perdón) tener que darles la razón en determinados puntos.

Por que sinceramente mis queridos y "reducidos en número" lectores creo que nos la han colado, nos la han metido doblado, al final lo han conseguido, nos lo han vendido. Nos hemos creído el "sueño americano", y además lo hemos defendido como si nos ofendiese personalmente todo aquel que no estaba engatusado. Básicamente "el sueño americano" consiste en alcanzar unas metas sean cuales sean sin importar los medios institucionalizados para ello. Y es que nos lo hemos creído con toda la buena fe del mundo, veíamos "El Club de la Lucha" y pensábamos que solo hablaba del materialismo y la realización personal, pero no, lo es todo, es que nos estamos alienando (odio citar a Marx, así que vamos a pensar que "alienar" es un termino de Ridley Scott), nos estamos a despersonalizando. Hemos llegado a atacar al amor, a las parejas y a la amistad por ser obstáculos para alcanzar las metas propuestas. Todos nosotros estamos convencidos de que si hace falta huir del país para encontrar trabajo es lo que hay que hacer, por que lo que importa es cobrar mucho para poder comprar la televisión, el coche y el nórdico de diseño. O quizás haya que renunciar a todo el materialismo y a toda la sociedad y vivir dedicado a conseguir ser una estrella del rock. Pensaba que estos dos últimos ejemplos eran contrarios, pero son lo mismo, son la misma jodida cosa, o eso es lo que me está pareciendo entender últimamente.


Y sin embargo, como ya he escrito, sigo dudando, no doy por hecho que no sea bueno intentar cumplir ese famoso sueño, no sé que hay que rechazar y que hay que admitir, ya ni siquiera sé si los chicles nos lavan el cerebro... es que por no saber no sé si votar al PP o no votar a nadie y alentar al absentismo a mis compañeros. Merece la pena esforzarse o lo que merece la pena es aguantarse y tirar hacía adelante con lo que nos caiga por el camino por que lo que importa es ser feliz? Tengo la sensación de que el mismo concepto de tener metas en la vida están instauradas por algo ajeno a nosotros y cualquier cosa que nos propongamos ya está prevista para que sea lo que debes hacer. Quizás hasta los iluminnatti existen, y de verdad lo controlan todo y es todo parte de un gran plan maestro y cada una de los seres que pueblan la tierra son sus piezas de ajedrez, aunque puestos a admitir esa teoría es totalmente defendible que la fe cristiana, y somos todos piezas en un meticuloso juego del Señor. A lo mejor el Señor es un Ilumminatti...





Señor Mono Rosa


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