miércoles, 31 de agosto de 2011

Mad World

Salgo a la calle y me viene a la cabeza el título de esta entrada.
Y es que a veces me avergüenzo de lo que veo a mi alrededor. A veces el mundo me da miedo, a veces me doy cuenta de que realmente no existe ese lugar en el mundo perfecto para vivir. Y no, no voy a argumentar toda esta parafernalia hablando de yonkis, putas ni politicos, si no de gente civilizada que va a su trabajo, esa gente de caras inexpresivas, mientras las gotas de lluvia resbalan por las varillas de su paraguas y miran con desprecio a cada individuo de vestimenta original que se cruzan.
Sería un dibujo pefecto para una novela gráfica, pero en la vida real, cuando vas hacia donde vas y te cruzas cada cinco pasos con esa escena, lo único que haces es maldecir sobre desconocidos ¿Por qué? Personalmente me encuentro de tan mala hostia ante esta situación por que me da la sensación de que esa gente no está haciendo lo que querría hacer, y estoy seguro de que a la mayoría de ellos lo que les pone nerviosos es que haya personas que lo intenten "en vano".
Me he encontrado con "amigos" que cuando les hablo de mis ilusiones y sueños se rien de mi en mi cara y cambian de tema, pero ese desprecio que fingen no es más que una mezcla corrosiva de envidia y miedo: envidia por no haberse dejado llevar por sus sueños, ya no tener el valor de enfrentarlos; y miedo, por que el simple intento te hace superior a esas personas. Pero no acaban de entenderlo.
Es mejor aceptar la derrota a priori y lucir máscara inexpresiva con orgullo de ser tan debil.

En cierto modo resulta divetido como los mediocres tachan de mediocres a sus antónimos, esa manera en la que es mejor ignorar el esfuerzo de otros, y premiar el de quienes ha logrado dar la espalda y dejarse llevar por lo más simple, no juzgo sus elecciones, si no que ellos juzgen las nuestras.
En cierto modo resulta triste, saber que nuestro esfuerzo nunca será recompensando a menos que alcanzemos una meta, que la gente que ya ha sido derrotada solo espere nuestra derrota con una sonrisa en los labios.

¿Estamos programados para sentir todo esto? Igual que los niños estan programados para sentirse felices el día de su cumpleaños.Supongo que en el fondo es la teoría del actor y el espectador:
Hay dos tipos de personas en el mundo, los actores, y los espectadores. Actores son aquellas personas que son las protagonistas de sus propias historias, que se esfuerzan por alcanzar unas metas y disfrutan como el mundo les contempla; y los espectadores, gente que solo vive su vida, ni espera nada de ella, ni piensa en su futuro. Naranja y yo hablamos de esto hace ya mucho tiempo solo que los clasificábamos en águilas y conejos, y la mayor distinción de esos "conejos" es que no nos podemos imaginar que hacen cuando llegan a casa. Me puedo imaginar a esos malditos conejos sin agallas esperando al día siguiente para continuar su
rutina, y que luego sean ellos los que se crean con derecho a juzgarnos.
Supongo que de ahí viene lo de actor / espectador. Es como en el cine, somos simples espectadores, y eso nos da el derecho de juzgar lo que se nos expone ¿No?. Supongo que quienes hemos decidido protagonizar nuestra vida tenemos un compromiso respecto a quién la contempla.
No deja de ser paradójico que esa gente inexpresiva que me rodea al salir a la calle sean los espectadores, piensa, ¿No te da esto fuerzas para ser el héroe de todos esos putos hipócritas?

En cierto modo resulta divertido, en cierto modo triste, agonizar por nuestros sueños merecerá la pena cuando cerremos la boca de nuestros jueces. Es duro aceptar tu responsabilidad cuando has decidido luchar, pero mientras aun miran con desprecio nuestra sombra tendrán que darse la vuelta para aceptar su envidia y su miedo: Envidia por no haberse dejado llevar por sus sueños. Miedo, por que tu simple intento te hace superior a esos conejos.

Y entonces la gente correrá en círculos.
El mundo está loco.


1 comentario:

  1. Personalmente, nunca me he reído de tus sueños o ilusiones. Sé de lo que me hablas pero he de decirte que en muchas cosas, especialmente en una, compartimos un sueño. Sueño que creo y veo tan inalcanzable entre la niebla que no quiero pensar ni que pueda pasar por miedo al fracaso. Intento a veces restarle importancia para no ver el resultado, pensar que hay otras cosas en la vida. Sin embargo sé que en el fondo no las hay y nada me llenaría tanto como eso. Cualquier problema que pueda tener hoy quedaría opaco con él, pero a pesar de luchar por él, le quito importancia llamándolo hobby para engañarme a mi mismo. En ese caso, yo como el resto de la sociedad, también apesto. Como decía Anatomía de Grey: ''La verdad sobre la verdad es que duele, así que mentimos...''

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