martes, 22 de noviembre de 2011

Vale la pena?

Siempre he creído que el amor es la peor arma, la peor desdicha para quien quiere llegar alto en la vida...Realmente alto, por supuesto no una traba para vivir bien, pero sí para ser alguien distinguido en la sociedad. Hablando estoy, por supuesto, de ser alcanzado por tan amable a veces, otras maldito, sentimiento antes de llegar a ese estatus al que muchos aspirarán. Pocos llegarán y algunos, si no me equivoco, por la causa antes expuesta: irán disolviendo esas expectativas en la pócima de Cupido. Por supuesto, puedes estar con alguien a quien aprecies, quien te haga sentir más completo y no despreocuparte de tus objetivos por ese hecho. ¿Pero amar? ¿Cuántas horas, días, años (obviando golpes de suerte, talento divino o inmerecidos favores) son necesarios para alcanzar la meta social (ya he dicho que hablo de muy grandes expectativas) a la que se aspira? ¿Es esto compatible con el tiempo que dedicarás a alguien a quien amas? Lo que me parece más complicado: ¿Seguro que el amor no disolverá tus antiguas metas?

En el primero, el más afortunado de los casos, cuando el amor es correspondido, quizás ya no tanto por la obligación sentimental hacia esa persona, sino también por el deseo de pasar tiempo con esta y ganarte así tu felicidad, normalmente el tiempo necesario no es compatible con el tiempo necesario para lo anterior... Supongamos que sí, que eres el "jefe" en ambas cosas... El obstáculo que me parece más difícil de sortear es el mero hecho de que amar distrae a las mentes, que son incapaces de aferrarse a aquello que antes desearon, estas van alejando sus antiguos suspiros para poder concentrase en tan pletórico sentimiento como es el amor, pasando horas... pensando en pasar más horas... pensando en pasar más horas disfrutando de esa compañía tan preciada. ¿Qué importará llegado a este punto, más que mantener esa felicidad?

En el segundo, cuando el amor no es correspondido... En ese caso, quizás el término apropiado sea obsesión, cuantas noches pasaremos en vela imaginando abrazos sin esperanza de conseguir, imaginando cómo darás tu siguiente paso hacia esa persona. Torturándote a ti mismo por no lograr apartar esto de la mente. Este caso, parece mucho más peligroso, porque puede llegar a ocupar mucho tiempo... Un continuo fluir de esperanzas (a veces no en vano) en la dirección de una sola mirada. 

Creo que de los dos casos, el primero es más peligroso, por parecer, si ese amor es cierto (diría que en la mayoría de las parejas no lo es, aún menos en la adolescencia) eterno, y por no tener final a corto plazo en la mayoría de los casos (espero...). Creo que el primero de los casos, si eres fuerte, o, sobretodo, si encuentras a otra persona, es superable en menos tiempo. 

¡¡Qué exageración!! pensaréis la mayoría... Reincido en que estoy hablando de casos de éxito social, laboral o económico muy grandes. Y por supuesto, también de amor, no de alguien por quien echamos dos lagrimillas en la adolescencia, ni de alguien con quien estás muy bien y no quieres dejar (tampoco es recomendable hacerlo mientras siga siendo así o hasta que realmente te enamores si es que alguna vez ocurre).

Como ya dije anteriormente (Observad:) lo más importante es sentir, amar (aunque en ese texto me refiriese a un amor más general) y que si tenéis la dicha de sentir el históricamente más indescriptible de los sentimientos, que lo disfrutéis y lo mantengáis porque si no me equivoco, no se puede lograr la felicidad completa sin este, dicen que la completa no existe, pues la más próxima a esta :-)

Señor Mono Naranja

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