Soy un desgraciado, recuerdo mis años mozos y tenía una forma de pensar muy diferente a la de ahora... (no! no estoy hablando del amor, la sociedad, las fiestas y toda esa trapallada tan comentada aquí!) Una forma de pensar diferente respecto a los bienes materiales. Yo, tras acabar de ver "El club de la lucha" estaba totalmente convencido de que la frase "Lo que posees acabará poseyéndote" era cierta, y he ahí mi desgracia!
Yo! que arremetía contra todo aquel adicto a las redes sociales, a los moviles caros, a cualquier tipo de aparato mono y a su vestimenta; me he encontrado en está situación. Resulta que por una serie de casualidad acabé siendo poseedor de una Tablet, enseguida me puse manos a la obra con ella, baje todo tipo de aplicaciónes y juegos, y vía USB le añadí además todas las canciones indispensables y después varias imágenes de alta resolución para variar con relativa frecuencia la personalización del chisme. Tras solo cuatro días (ayer por la noche) se apagó y no se volvió a encender. Lloré. Pataleé. Lo probé todo intentando resucitar a mi nuevo amigo, lo deje en mi mesilla, y cuando me despertaba por la noche presionaba el botón de encendido esperando que la luz de la pantalla HD iluminase la habitación milagrosamente como si de un pasaje bíblico se tratase. Tras soñar que encontraba una pieza de plástico para piratear la Playstation perdida en un cajón de mi habitación y una vez despierto (ya por la mañana) me dirigí a mi buen amado padre/informático, le expliqué la situación, le dio a un botón y la Tablet se encendió. Mucho sonreí...
Por que soy tan desgraciado entonces? Por que lo que poseo acabó poseyéndome.
Sr. Mono Rosa
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