lunes, 5 de septiembre de 2011

Timor timere.

Hoy un pensamiento, como miles de ellos cada día, ha cruzado mi cabeza, pero se ha quedado atorado en las cribas de mi atención y el susodicho es. El miedo.

Emoción, quizás sensación, tal vez impresión o puede que percepción, el lazo de la definición le es esquivo a este término. Encabezando mi soliloquio aludir a su presencia me parece lo más oportuno. Siempre entra en contacto con nuestro mundo subjetivo a través de una misma sistemática, con una aproximación anti-vital casi ahogando el alma se acerca su sombra para después tomar férreo gobierno de nuestro cuerpo quizás paralizando tus pies o haciendo agitar tus brazos. El nos expulsa de nuestro cuerpo imponiendo sus deseos, incapacitándonos para hacer, crear, poseer… después finalmente se desvanece, con un sigilo superior al de su llegada, con la levedad de una nube, pero que nos deja sino amarga frustración por lo que pudo haber sido y no fue, tristeza por todo lo que perdimos y nunca volverá por su culpa, abatimiento, derrota, dolor, frustración… Maldito seas!!

Sal de estos dedos, deja que cuente que no eres más que un cobarde, que tenerte miedo es como temer la propia vida y eso no debe ser posible. Quiero que te alejes, que el destino de mis pasos los decida yo y que el rumbo de mis sueños tome las aguas que le indico. No volverás a ser mi rosa de los vientos, no me volveré a dejar arrastrar por tu canto de sirena. Soy sincero, no un valiente ni si quiera un atrevido solo tengo la convicción de que mi destino y mis  sueños son de mi propiedad y nada tiene derecho a separarme de ellos y mucho menos haciéndote pasar mí mismo, deja de jugar al Henrique V, ya sabes lo que pensamos de ti…

Son palabras, lo sé, lejos están de ser actos. No quiero dar muestra de valor, no. Ni tan si quiera mostrar un camino. Ni dar aliento. Quiero que seas tú mismo, que decidas por ti y para ti, no por tu futuro que como dije es un ilusionista tramposo sino por tu ahora, tu instante. Estrella tu aliento contra unos labios, busca tus sentidos, rompe con la idea absurda del tengo miedo.

Salta.

Sr. Mono Azul

1 comentario:

  1. Si señor, muy buena entrada, de esas motivadoras, y sigues escribiendo muy bien, nos desanimas a escribir eh!

    Te lo dice el Sr. Mono Rosa

    ResponderEliminar